En 2010, el fallecido presidente Hugo Chávez declaró esta zona de alto riesgo inminente. Ordenó el inmediato desalojo y reubicación de más de dos mil familias
Mabel Sarmiento Garmendia/@mabelsarmiento
Caracas. A 16 años de la tragedia de Vargas los habitantes del barrio El Blandín, ubicado en la carretera vieja Caracas-La Guaira, siguen pasando penurias por la deficiencias de los servicios públicos, porque el terreno se ha vuelto más inestable que antes y porque las invasiones no paran en las áreas que en 2010 fueron declaradas inhabitables.
El Blandín, mediante los decretos 8.101 y 8.102, fue declarado como zona inhabitable. Prácticamente fueron 108,83 hectáreas que mandaron a desalojar de inmediato y sobre las que se prohibió ejecutar cualquier construcción o edificación de viviendas, así como la ocupación de los inmuebles que allí se encontraban.
Esa medida se publicó en la Gaceta Oficial Nº 39.633 de 2010, y allí específicamente se nombraba al barrio El Blandín como un Área de Emergencia Habitacional (Areha).
Jaime La Cruz, coordinador de la organización Pueblo Legislador y quien en 2009 levantó la data de riesgo, ratificó ese decreto se venía cumpliendo, pero igual reconoció que para la fecha hay nuevas ocupaciones en esa comunidad.
“La gente está regresando a esos lugares. En enero vamos a comenzar una revisión de las parcelas que están afectadas y a terminar de tumbar las casas desalojadas para evitar que las invadan”. informó.
Citó por ejemplo que hay sectores como La Shell, La Chapa, La Pedrera, La Montañita, La Ceiba, Manja Joba, donde aún no se ha terminado el proceso de adjudicación.
Destacó que la data de 2009 hablaba de 8.000 personas que saldrían del sitio y que todavía quedan cerca de 5.000. Solo en Puente Rojo quedan 500 familias por beneficiar con una vivienda.
Abandonados por el decreto
Pero no solo el riesgo y los retrasos en la entrega de casas tienen en jaque a los moradores de El Blandín. José Cruz, vecino, indicó que a raíz del decreto presidencial ésta comunidad quedó en el limbo. “Debimos recibir un trato especial y no fue así, ni Barrio Tricolor viene, tampoco la alcaldía o el ministerio de Transporte arreglan las calle. Estar en riesgo no significaba que nos tenían que sacar a todos y olvidarse de la zona. Aquí hay casas que se mantienen estables y la población debe ser igualmente asistida”.
También María Delgado se hizo eco de esa situación. “Ahora nosotros seguimos viviendo con miedo. La tragedia de Vargas nos persigue. Aquí más nunca vinieron a revisar las casas, ni siquiera lo volvieron a hacer cuando dijeron que harían la segunda autopista. Los pilotes van a pasar por detrás de mi apartamento. No los han hecho y si ya tengo grietas. No quiero imaginar cuando hagan el movimiento de tierra”.
Al respecto Jaime La Cruz sostuvo que en todo este tiempo sí ha habido alguna respuesta al barrio. “No lo voy a negar, se hicieron algunas caminerías, unos muros, algunas cosas, pero se olvidaron de otras como la vialidad. Por ejemplo en Plan de Manzano todo lo que se hizo desapareció. Simplemente no se mitigó el riesgo”.
Y esto se evidencia en las fallas de borde que tiene la carretera, en el colapso de las redes de aguas limpias y servidas, en el hundimiento y asentamiento de algunas casas.
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Fotos Cristian Hernández
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