A Freddy Bernal le cayó una lluvia de quejas en El Junquito

El diputado y precandidato del Psuv visitó el CDI Agustín Codazzi y advirtió a los vecinos que los tiempos de “abundancia” de Chávez no volverán

Carlos Crespo/@CarlosCrespoR

El Junquito. A las 11:35 am llegó un grupo de ocho motos al Centro Diagnóstico Integral (CDI) Agustín Codazzi, ubicado en el kilómetro 23 de la parroquia El Junquito. De una de las motocicletas, conducida por un escolta, se bajó el diputado Freddy Bernal. Usando una chaqueta verde oliva con la inscripción del programa de VTV Con el Mazo Dando, el dirigente saludó a las personas que lo esperaban -más que para mostrarle el apoyo incondicional de otras épocas- para quejarse por la inseguridad y el mal funcionamiento de servicios como el agua, el aseo y el transporte.

Pasaron pocos minutos para que el precandidato del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en el circuito 1 de Caracas (parroquias Sucre, El Junquito y La Pastora) conociera de boca de la cocinera Belkis Sabogal que el suministro de agua del CDI funcionaba intermitentemente. “Aquí no se puede trabajar, me siento incómoda, esto es antihigiénico”, le dijo.

Integrantes del centro agregaron que escasean los insumos médicos y que hace falta una nueva máquina de rayos X. “¿Por qué el partido no se aboca? Como revolucionaria no me puedo quedar callada”, remató Sabogal.

Promesas racionadas

El diputado decidió ir a la sala del piso dos del CDI para escuchar las quejas con detalle. Una de ellas fue la del director del núcleo El Junquito del Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles, Juan Rodríguez, quien explicó que los niños del no cuentan con transporte para trasladarse a sus casas, por lo que solicitó un autobús para los muchachos.

“Con los niños, por la hora que salen, hemos sufrido robos de instrumentos en las camioneticas, los atracan cuando llegan a sus casas”, señaló.

El diputado respondió que la crisis económica y la reducción de los precios del petróleo dificultan que se pueda adquirir una unidad de transporte para los muchachos. “No te voy a generar esa expectativa de que vamos a conseguir un autobús porque seguramente no estará entre las prioridades por los recortes fiscales que hay. Este es un país que lamentablemente depende 100% del ingreso petrolero, aquí no se produce nada, esa es la verdad”.

Sugirió al músico que envíe una carta al Superintendente Nacional Aduanero y Tributario, José David Cabello, pidiéndole que le cedan al Sistema uno de los autobuses que decomisa la institución por estar involucrados en contrabando. “Haz la carta, haz que la sellen y la copia me las llevas a mi”, le dijo.

Bernal instó a los presentes a acostumbrarse a los nuevos tiempos de vacas flacas, pues la época de “abundancia” de Chávez no volverá. Advirtió que la oposición intentará usar esto para ganar votos. “Puede llegar el momento en que no encontremos productos de primera necesidad a ningún precio, pero no podemos fracturarnos ni dividirnos”.

Luego de que le picaran una torta por su cumpleaños número 53, se retiró del centro asistencial a las 12:55 pm -una hora y veinte minutos después de haber llegado-, no sin antes pedir el respaldo de los presentes a la revolución. “No es momento de estarle poniendo condiciones al presidente Nicolás”.

Los colectivos

Antes de la llegada de Bernal afuera del CDI vecinos de la parroquia conversaron sobre los problemas de la comunidad. Un integrante de un colectivo le informó a una representante del PSUV sobre la detención de varios malandros de la zona y aseveró que han sido robados cuatro vehículos en lo que va de semana.

“Necesitamos armas porque nos estamos ganando muchos enemigos. ¿Por qué no nos las van a dar si el otro colectivo tiene armas?”, le dijo. La respuesta de la integrante del PSUV fue que no se les podía entregar armamento: “Eso es ilegal, ya estaríamos hablando de paramilitarismo. Si el otro colectivo tiene armas no las consiguió de manera legal”.

El tema que dominó entre las conversaciones de las personas que esperaban al diputado fue el de los nuevos precios de los artículos de limpieza. “Cómo es posible que las toallas sanitarias (postparto) cuesten ahora 1.300 bolos, esto va a reventar por algún lado”, soltó en tono de lamento una representante del PSUV de la parroquia. “Si esto sigue así, el pueblo pasará factura en las elecciones”, añadió el integrante del colectivo.


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