La mañana de este miércoles, trabajadores de Abasto Bicentenario protestaron frente a las puertas del establecimiento, pues ya han transcurrido 22 días desde que este fuera cerrado y aún desconocen si se trata de un hecho definitivo, ya que han recibido información de que este pasaría a una red de alimentación privada en manos de una transnacional.

Valencia. Joel Oropeza, representante sindical en Carabobo de Abastos Bicentenario, informó que desde el mes de mayo no han tenido abastecimiento de mercancía. En los anaqueles solo se ve arroz, pasta de medio kilo, mayonesa, salsa de tomate, salsa de soya, salsa inglesa, sal y productos de limpieza. Ninguno de estos rubros lleva marcado el precio regulado.

La mercancía que queda ya la sacaron y la exhibieron en pocas cantidades en varios anaqueles, pero si se suma toda, no llena dos pasillos completos. Hay productos que tienen fecha de vencimiento cumplida y no sabemos qué van hacer con eso, manifestó Oropesa a Crónica.Uno.

Los pocos productos que quedan se amontonan para que los anaqueles no se vean tan vacíos

En cuanto a los beneficios laborales, dijo que la desmejora ha sido considerable. Ya no cuentan con el de pago de bono por útiles escolares ni con dotación de uniformes. Tampoco se han respetado los aumentos salariales decretados por el Gobierno. Mensualmente devengan Bs. 2.748.000.

La jornada laboral ha sido reducida, ya no se trabaja en turno nocturno. La hora de almuerzo les fue borrada del horario. Trabajan nueve horas continuas de 7:30 a. m. a 4:30 p. m. Las mujeres con permiso por lactancia deben practicarse un examen mensual para demostrar que aún están lactando. A los trabajadores que se ven afectados por la crisis del transporte público y llegan retrasados a su jornada laboral los devuelven a sus casas y les descuentan el día de trabajo.

Por estas razones, exigen a las autoridades que les sea respetado su derecho al trabajo y que cesen las violaciones a la Ley Orgánica del Trabajo.

Oropeza, que lleva ocho años trabajando en Abastos Bicentenario, dijo que nunca habían atravesado una crisis laboral tan importante como la actual. Explicó que son 200 trabajadores los que podrían perder sus puestos de trabajo y que, hasta la fecha, ya 60 han renunciado por la falta de mejoras salariales.

De haber sido los mejores pagados pasamos a ser los peores pagados, y ahora tememos que cierren la empresa y no nos respeten nuestros derechos.

Oropeza recordó que, en 2015, el automercado cerró sus puertas por un periodo de 15 días. La razón fue que algunos alimentos tenían en el interior de sus empaques insectos (gorgojos), lo que impedía su venta al público.

Fotos: Leomara Cárdenas


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