Este 19 de octubre se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama. En el país, al día, entre 10 y 15 mujeres son diagnosticadas con esta patología. El drama actual es que no hay ni siquiera cómo hacer el despistaje ni medicinas para tratarlo.

Caracas. Maira Cárdenas, sobreviviente de cáncer de mama, hoy en día lidera la asociación no gubernamental Aconvida, que surgió como herramienta de apoyo para alentar a las pacientes, y lograr que no decayeran en la lucha contra esta patología.

Aconvida, organización donde están agrupadas 70 mujeres, lo que hace es buscar las medicinas esenciales para garantizar la calidad de vida a las inscritas y al resto de las que sufren esta enfermedad.

Cárdenas fue diagnosticada en 2015 y desde entonces emprendió la lucha.

La diferencia, a tan solo dos años, es que, si antes debía estar tras los responsables del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), para que le entregaran los fármacos, ahora no los consigue por ningún medio.

Es una crisis muy lamentable la que estamos viviendo. Al día son diagnosticadas entre 10 y 15 mujeres y no hay siquiera las agujas trucut, para la punción del tejido tumoral. Eso se usa en la realización de la biopsia. Ese insumo no lo hay en el país y ahorita, mientras hablamos, muchas mujeres no pueden saber si tienen cáncer. Lo que están haciendo los médicos es que a través de la mamografía y del eco mamario ven si hay un nódulo. Pero hay veces que con estos exámenes no es suficiente hacer la detección. Tampoco hay reactivos, contraste para gammagrama y tomografías para hacer diagnósticos más precisos.

70 mujeres con la enfermedad mueven cielo y tierra en busca de los medicamentos. Una de ellas es Mildred Valera.

No hay medicamentos esenciales porque el Gobierno, según el presidente de la Cámara de la Industria Farmacéutica (Cifar), adeuda 675 millones de dólares distribuidos entre los 24 afiliados a la industria farmacéutica.

En consecuencia, el herceptin —un medicamento importante para el mantenimiento de las pacientes— desde hace un año no llega al país, y en estos momentos hay cinco mujeres de las que atiende la asociación muy decaídas; tampoco consiguen bloqueador hormonal y quienes tienen disponibilidad de dinero traen los tratamientos de Colombia. Lo mismo están haciendo con las agujas, que pueden llegar a costar cerca de 3 millones de bolívares.

En estos momentos, el primer esquema de tratamiento para el cáncer está desaparecido. Ni siquiera cuentan con las pastillas para el vómito. Pero más allá de esto, no funciona la red de atención hospitalaria del sector público.

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De seis máquinas de quimioterapia en Caracas están funcionando dos, una en El Llanito y de vez en cuando la del Padre Machado. Las del Razetti, Militar y del Clínico no están operativas.

No hay cifras oficiales de la incidencia de esta patología. Por los investigadores de las academias se sabe de aproximadamente 5000 mujeres en todo el país que se ponen tratamiento, bien sea quimioterapia, terapia hormonal o cirugía. También se está al tanto de que cada vez enferman más jóvenes, menores de 35 años de edad.

¿Entonces, cómo se resuelven? Aconvida hace el acompañamiento moral con charlas y asistencia psicológica. Además, las ayuda a realizar las cartas de presupuestos para pedir donaciones, motivan a las pacientes a proseguir con los tratamientos pese a la fuerte escasez de insumos y a estar pendientes de los cupos para las cirugías.

Parecemos zamuros buscando medicinas, es fuerte decirlo, pero cuando alguien fallece y si le sobraron medicinas las buscamos en donación, prestamos las pelucas, las cavas con gel, las pañoletas, contó.

Este 19 de octubre, cuando se conmemora el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, la exigencia de Cárdenas, en nombre de todas las víctimas, es que el Gobierno garantice el derecho a la vida y a una salud digna. No merecemos que nos estén colocando protocolos que eran usados en los años 60, tampoco merecemos falsas promesas del IVSS. No tenemos dólares para adquirirlas en otros países. Nosotros no queremos que más mujeres jóvenes sufran, que las madres dejen a sus hijos por esta enfermedad.

Actividades para sensibilizar a la población son varias en todo el país de la mano de otra organización de Gente Buena: SenosAyuda. En Caracas, en el San Ignacio, habrá de 2:00 p. m. a 4:00 p. m. una terapia grupal con el apoyo de psicólogos y en horas de la tarde, el Obelisco de Altamira se iluminará con el color rosado, símbolo de esta gesta social.

Fotos: Franciso Bruzco


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