Para ingresar a fiestas difundidas a través de Facebook los menores de edad normalizaron que solo deben cancelar un monto extra de la entrada. Este tipo de eventos en muchas ocasiones también son organizados por adolescentes, sin supervisión de las debidas autoridades.

Caracas. Mis amigos casi siempre pagan ‘multas’ para poder entrar a rumbear porque la mayoría tiene 17 años. Yo le digo a mi mamá para donde voy y a ellos los dejan ir porque van conmigo y saben que yo los cuido.

Robert —nombre ficticio por protección— tiene 19 años pero la mayoría de sus amigos son adolescentes. Esto no es impedimento para que ingresen a locales nocturnos: cancelan un poco más del precio de la entrada y el problema está resuelto.

Normalmente se enteran de las fiestas por las publicaciones en la red social Facebook, aunque también se riega la voz de estos eventos. Son realizados en quintas en Altamira, Las Mercedes, también en centros comerciales de la avenida Baralt o en locales de Colegio de Ingenieros, Plaza Venezuela y Colinas de Bello Monte. Algunos se hacen en viviendas en Coche, El Cementerio o El Valle.

Rumbeamos en varias partes, en Las Mercedes, Altamira, El Paraíso y rara vez en Coche. Aunque después de lo que nos pasó en el club de Los Cotorros vamos a bajarle dos porque regresando de otras rumbas también hemos pasado bastantes sustos y ya esto fue el colmo, dijo.

The Legacy fue el nombre de la fiesta que hubo en el Club Social El Paraíso, conocido como Los Cotorros, en la que fallecieron 18 personas después de que detonaran tres lacrimógenas en una pelea dentro del salón de fiestas. Robert estaba ahí con sus amigos y por fortuna vivieron para contarlo.

Esa noche del viernes 15 de junio sus amigos cancelaron la “multa” de 60.000 bolívares además del costo de la entrada. Así hicieron otros menores de edad que sí estuvieron en la lista de muertos por asfixia producida por el gas.

Ni siquiera nos revisaron, nada más nos preguntaron que si íbamos a pagar en efectivo o transferencia y pa’ adentro. Ahí vi chamitos menores que mis amigos, hasta de 14 años.

La tragedia la originó una pelea entre dos grupos. Testigos contaron que esta comenzó con una guerra de botellas, hasta que la primera lacrimógena fue detonada en el baño de caballeros. Luego dos más en la pista de baile y la puerta de escape fue cerrada.

Testigos dijeron que luego de que arrojaron las lacrimogénas cerraron las puertas del local

Fernando Pereira, fundador de Cecodap, explicó que la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente (Lopnna) tiene disposiciones para que a estos locales no ingresen menores de edad las cuales, por supuesto, no se están cumpliendo y preocupa que las autoridades no velen por esta situación.

La invitación por Facebook incrementa las posibilidades de que los adolescentes entren violando la disposición y aumenta sus factores de riesgo. En esos sitios hay personas adultas, drogas, alcohol y en algunos locales meten a más personas de las establecidas.

Según publicaciones en Facebook, las “multas” son aplicadas a menores de 17 años o jóvenes sin cédula que quieran entrar a las fiestas. Dependiendo del evento también las pagan quienes lleven gorras, los bolsos que se colocan de lado y cajas de cigarros que no están permitidos.

Los precios van al igual que la hiperinflación y dependen de los organizadores. Varían desde 80.000 bolívares para los que no tienen identificación hasta 150.000 bolívares a los menores de 17.

En algunas fiestas exigen 500.000 bolívares de más para los menores de 15 años o 160.000 para los que tienen 16 años. También deben cancelar 500.000 bolívares de más quienes quieran pasar con bebidas alcohólicas. Para entrar con gorras o bolsos, se cancelan desde 30.000 bolívares hasta 80.000 bolívares.

Hay fiestas donde venden drogas adentro, si no, están afuera, es completamente normal. También las promocionan o dicen que las lleves en ‘el coco’. Siempre se ve de todo, hay locales donde sí revisan antes pero igual si ven a alguien fumando drogas les piden que se salgan y ya, dijo el joven.

Sexo, drogas y alcohol

Una vez se paga la “multa” dentro de estas fiestas, los adolescentes están cerca del consumo de alcohol y drogas. En la modalidad de eventos tipo “semáforo”, en la que el color de vestir indica tu situación sentimental, los jóvenes —presuntamente— tienen sexo en los baños o en rincones oscuros.

Eso es una locura, es un todos contra todos, ahí fijo terminas teniendo relaciones o besándote con media disco. La gente tiene sexo en el baño, por ahí, si tienes un hotel cerca sales o te la llevas a la casa, contó otro muchacho que asiste a estas fiestas.

Otros tipos de eventos son las playeras, las de Halloween o las “ladies night”.

Fernando Pereira sostuvo que la tragedia del club de El Paraíso reflejó una grave crisis, a la cual la sociedad no le prestó la debida atención por los otros problemas que se viven como la escasez de alimentos, medicinas, efectivo o los problemas de transporte.

La sociedad está normalizando la violencia, ocurrió un hecho tan violento como el del club de El Paraíso y lo tomamos como mala suerte. Este es el país donde están viviendo nuestros jóvenes y esto nos exige cuidarlos más, extremar los cuidados y verificar que estén diciendo la verdad, a donde van, que los lleven realmente los padres como ellos dijeron, por ejemplo. Hay que poner límites.

En estas celebraciones difundidas a través de Facebook participan varios organizadores, entre ellos hay menores de edad que se encargan de promocionar el evento como “algo nunca visto” o “como la mejor rumba de la vida”.

Luego de los 18 muertos dentro del club se conoció que hubo nueve personas detenidas, entre ellas un adolescente de 17 años, quien organizó el evento y en varias publicaciones de Facebook hacía un llamado a la rumba de semáforo.

También hay tres menores involucrados, dos de 16 años y uno de 17. Jóvenes de 18 y 19 fueron detenidos, presuntamente por participar en la riña.

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Desde Cecodap hicieron un llamado al ministro de Interior, Justicia y Paz, Néstor Reverol, quien informó que el local fue clausurado sin aclarar por qué los organismos que deben velar por los niños y adolescentes no han hecho seguimiento a este tipo de fiestas donde ingresan menores de edad.

Tampoco hizo alusión a por qué un civil tenía una bomba lacrimógena. Este artefacto no debería estar ni dentro ni fuera de un local. El Estado tiene que establecer por qué [estas armas] están circulando en la calle, fuera del control y pueda tenerlo cualquier persona.

Fotos: red social Facebook, Luis Morillo, cortesía El Clarín


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