Mientras Pdvsa no produce lubricantes desde hace 5 años —dijo Iván Freites— 70.000 barriles de aceite lubricante que habían llegado en buque fueron llevados a Cuba, desde donde comercializan y revenden el producto en el mercado internacional.
Maracay. “El país debe prepararse para una inminente paralización de su parque automotor y de la industria nacional, ante la grave y persistente escasez de combustibles, mientras el bachaqueo comercializa con la gasolina, el gasoil y los aceites lubricantes ilegalmente y con precios exorbitantes“.
La advertencia, que tiene larga data, esta vez la hace Iván Freites, secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros del estado Falcón y secretario de profesionales y técnicos de la Federación de Trabajadores Petroleros de Venezuela; al tiempo que reitera la grave crisis por la que atraviesa Pdvsa no solo por la morosidad que tiene para enfrentar sus pagos y deudas, sino por el deterioro paulatino de la empresa, así como el desmantelamiento de su infraestructura.
La escasez de gasolina que se agudizó en el país en las últimas semanas —afectando inclusive a la ciudad capital—, tiende a incrementarse, toda vez que las dos principales refinerías que comprenden el Centro refinador de Paraguaná, ubicado en el estado Falcón, Amuay y Cardón, apenas cuentan con una planta catalítica en servicio que solo está produciendo gasolina de muy bajo octanaje y en menor proporción.
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Además de los conocidos problemas con las plantas catalíticas y de la falta de MTBE y TAME, dos aditivos oxigenados para reformar la gasolina debido a su alto valor de octano en la mezcla, la morosidad de Pdvsa también influye en el desabastecimiento de combustible y de lubricantes.
La petrolera estatal no tiene capacidad de pago y de allí que desde hace varias semanas tres buques griegos se encuentran varados en Amuay y Cardón, a la espera de que se les cancele la deuda por concepto de fletes a las empresas navieras.
Mientras Pdvsa no produce lubricantes desde hace 5 años —dijo Freites—, 70.000 barriles de aceite lubricante que habían llegado en buque fueron llevados a Cuba, desde donde comercializan y revenden el producto en el mercado internacional.
La incapacidad de pago que padece actualmente Pdvsa mantiene en Curazao y Portugal dos buques gasolineros que no han sido entregados a la empresa porque esta no ha cancelado lo concerniente a reparaciones y mantenimiento. Desde julio del 2016, uno de esos buques se encuentra en la caribeña isla, mientras otro ya lleva nueve meses en Portugal.
La escasez de combustibles en Venezuela no solo afecta al parque automotor público y privado, sino también a la indiustria nacional y a otros servicios públicos de vital importancia para el funcionamiento de la nación. Tal es el caso de las plantas eléctricas que abastecen de electricidad a la agroindustria y al sector comercial y residencial —como es el caso de El Palito, en el estado Carabobo— que podrían paralizarse en cualquier momento por la falta de combustible.
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De 1,3 millones de barriles diarios que puede refinar Pdvsa en función a su capacidad instalada —explicó Freites— hoy día solo produce 350.000 barriles diarios.
A la merma en la producción de combustibles, la industria petrolera nacional padece una falta de inversión y de mantenimiento que ha incidido negativamente en los protocolos de seguridad, originando fallas y explosiones constantes, como la de agosto del año 2005, en donde una gran explosión en la refineria de Amuay ocasionó la muerte de 43 personas, varios desaparecidos y miles de heridos, además de irreparables daños a viviendas y comercios en Punto Fijo, estado Falcón, sin que a la fecha Pdvsa haya indemnizado a los afectados por la tragedia, que ha sido calificada por la empresa como un sabotaje.
Fotos: Gregoria Díaz
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