Hasta para agarrar agua de los chorritos del Ávila hay cola

Vecinos de las zonas populares se quejan de que los camiones venden los botellones de agua potable demasiado caros.

Caracas. Los múltiples racionamientos aplicados en diversas zonas de Caracas y la sequía que afectará, según Hidrocapital, el mes mayo, obligan a los ciudadanos a ingeniárselas para almacenar el agua que administarán para tomar, cocinar, lavar la ropa y fregar los platos.

La opción más barata la encuentran en los manantiales naturales que, dicho sea de paso, también se han visto disminuidos en su caudal por la falta de lluvia. Los más visitados son los que están al pie del parque El Ávila, justo en el hombrillo de la avenida Boyacá. Y aunque el chorrito está raquítico, en esos puntos es donde se hace más colas para llenar los garrafones. La mayoría de los consultados en el sitio sostuvo que prefieren gastar tiempo en la cola que pagarle al camión.

“300 bolívares cuesta el botellón, pero ya lo dejé de comprar porque viene con gusanos y huele feo. Aquí pierdo más tiempo pero el agua es más pura”, dijo Jesús López, quien estaba en la fila desde las 10:00 am y todavía a la 1:00 pm no había podido llenar sus seis recipientes del surtidor que se encuentra a la altura del distribuidor La Castellana.

Agua potable en el Avila / 21 de enero de 2016 / Angeliana Escalona / CronicaUno
La filas de botellones son interminables.

Secos por los cuatro costados

A coger el agua de la montaña llega gente de todos lados, de los barrios y de las urbanizaciones, pues el racionamiento se ha hecho más fuerte.

“Hace ocho meses que el agua no pasa por la tubería de mi casa”, denunció Haydelin Ospino, habitante del kilómetro 4 en Filas de Mariche, quien también esperaba su turno para abastecer al menos 6 jarras de más de 20 litros.

Con eso se aguanta dos semanas. Pero para lavar la ropa de sus dos hijos, la de ella y la de su esposo y para el aseo personal y de la casa, contó que en colaboración con otra familia compran el depósito de una cisterna que se las cobran en Bs. 5.000 para 15 días.

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“La Alcaldía del Municipio Sucre, de vez en cuando, manda camiones cisterna cada 20 días pero no siempre es seguro. Con los vecinos nos hemos quejado en todos lados, hemos trancado la calle y todo, pero no nos paran”, aseveró y añadió que le hizo un llamado al alcalde Carlos Ocariz, para que resuelva el problema del agua, no solo en su sector sino en toda la jurisdicción.

Otro punto muy visitado es el que se ubica a la salida de la Cota Mil, que va hacia el oeste de la ciudad. Quienes aprovechan los manantiales son los vecinos de las parroquias San José, La Pastora e incluso los de la avenida Sucre. También allí se arma una cola. Incluso hay quienes en la tarde aprovechan para echarse su bañito.

Agua potable en el Avila / 21 de enero de 2016 / Angeliana Escalona / CronicaUno
Los chorritos de agua apenas se dejan ver.

“El problema de la falta de agua —en La Pastora— ya va para dos años. A veces hay, a veces no. La racionan cuando les da la gana. Entonces tenemos que tomar nuestras previsiones”, expresó un hombre, mientras veía el chorrito disminuido saliendo de la montaña.

Aseguró que cada pote se tarda entre 10 y 12 minutos en llenarse. “Eso es porque hay sequía. Cuando llueve, en menos de cinco minutos eso ya está listo”, enfatizó.

En estas tomas naturales la gente coincide en que los racionamientos obligan a comprar más botellas, pero el costo pega en el bolsillo. “Son Bs. 300 cada uno, y en mí caso duran como dos días. Yo compraba cinco de una vez, que son Bs. 1.500, pero ahora prefiero estar aquí más de dos horas y llenarlos”, finalizó Jorge Ruiz, sentado en el capó de su carro mientras esperaba su turno al borde de avenida Boyacá.

Fotos: Angeliana Escalona


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