En el foro organizado por Crónica Uno acerca de la hiperinflación el economista Oscar Torrealba estima que la pérdida real de salario es 71,26 %. La también economista Albani Granado calcula que la variación diaria de los precios es 2,30 %.
Caracas. Por los desequilibrios de la economía, hoy en día los venezolanos sufren la ausencia de bienes y una hiperinflación que deteriora sus ingresos. Frente a la crisis, el Gobierno aplica medidas desordenadas e impone regulaciones que profundizan las distorsiones.
En el foro “Hiperinflación: dinero devaluado, altos precios y familias más pobres” organizado por Crónica Uno en el salón Monseñor Romero de la Parroquia Universitaria de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y moderado por la periodista Elizabeth Ostos, los economistas Albani Granado y Oscar Torrealba así como la psicóloga social Marisol Ramírez abordaron el impacto de la hiperinflación en los ciudadanos.
“La hiperinflación es un fenómeno de origen fiscal y político” con esta frase inició su presentación Granado, economista de la firma Econométrica, para explicar la razón por lo cual el país tiene una inflación de cuatro dígitos.
Comentó que entre los factores que desencadenan la aceleración de la inflación están: los desequilibrios fiscales (la brecha entre ingresos y egresos) y la monetización del déficit (emisión deseordenada de bolívares), lo que lleva a que los precios se disparen, y adicionalmente, se deprecie el tipo de cambio y caiga el poder de compra del salario.
En Venezuela, las regulaciones y el recorte en la entrega de dólares han afectado la producción, y ante una baja oferta de bienes, el Banco Central de Venezuela (BCV) ha fabricado bolívares para cubrir las necesidades del sector público (salarios, misiones, entre otros gastos), lo que presiona los precios. Una parte de ese dinero va al mercado paralelo e impacta en la paridad que es referencia de un conjunto de productos y servicios.
El investigador del Cedice, Oscar Torrealba, calcula que esa emisión primaria de dinero en un año creció 2.221 %, y solamente en 2018 el repunte ha sido de 22 %.
Las autoridades achacan los males de la economía a la guerra económica y aseguran que la inflación es inducida, pero el comportamiento de los precios responde a las políticas oficiales.
Granado señala que ya la inflación diaria es 2,30 %. La firma calcula que en febrero los precios tuvieron un variación de 67 % y en 12 meses fue 6.573 %. Destaca que “cada vez más el tipo de cambio paralelo incide en la formación de los precios”.
El Gobierno argumentaba el pasado año que para los sectores prioritarios se asignaba el dólar más barato (10 bolívares), sin embargo, las empresas cuando recibían divisas oficiales, las adquirían a una paridad mayor, al tipo de cambio complementario (Dicom). Pero esas asignaciones eran insuficientes por lo que los privados tenían que recurrir al paralelo.
En este 2018, las restricciones han sido mayores por la baja disponibilidad de billetes verdes. Ya el Ejecutivo eliminó la tasa de 10 bolívares y solamente dejó el Dicom que está otorgando menos que en 2017 y la paridad es 54.000 bolívares, según la última subasta, de manera que las industrias continúan acudiendo al paralelo.
Econométrica estima que el tipo de cambio para el grupo de alimentos es 89.781 bolívares, para transporte 102.685 bolívares y equipamiento de viviendas 139.980 bolívares.
Torrealba destacó que para los empresarios y comerciantes la reposición de inventarios es más difícil.
La pulverización
La velocidad con la que suben los precios pulveriza el salario. El presidente Nicolás Maduro suele destacar las veces que ajusta la remuneración básica y el bono de alimentación, aumentos que están muy por debajo de la variación de los precios.
El economista del Cedice indicó que el sueldo aumentó 1.153 % en un año, pero la inflación fue más. “La pérdida real del salario es de 71,26 %. En octubre de 2017 se podían adquirir 8,35 cartones de huevos, y en marzo apenas se pudieron comprar 2,40 cartones de huevos”.
Los economistas expresaron que las distorsiones se agudizarán y expresaron que en marzo los precios serán más altos. Y a ello se suma una mayor crisis con el efectivo. Torrealba comentó que las transacciones serán más problemáticas. “En la medida que la economía se informaliza sube la demanda de efectivo, y no hay suficiente”.
El debate de la dolarización
Ante la hiperinflación, grupos de especialistas plantean la necesidad de dolarizar, otros argumentan que lo que se requieren son reformas.
En el foro, la dolarización estuvo en el debate. El economista Oscar Torrealba comentó que puede ser una solución a parte de los problemas, aunque se requiere de una institucionalización. “Hay muchos economistas que la desechan, pero hay que evaluarla”.
Albani Granado apuntó que la dolarización impone una camisa de fuerza para que no se cree más dinero, sin embargo, no hay herramientas para la política monetaria.
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Fotos: Francisco Bruzco
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