Los uniformados repelieron a quienes manifestaban en contra del gobierno del presidente Nicolás Maduro. Los persiguieron y se metieron en dos edificios de las Residencias Venezuela, en donde causaron destrozos en ventanas, ascensores y áreas comunes.

Caracas. Los vecinos de la avenida Guzmán Blanco, parroquia Coche, en el suroeste de la ciudad, dicen que no darán un paso atrás en su lucha en contra de las políticas del gobierno del presidente Nicolás Maduro. Lo afirman a pesar de que la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) arremetió con toda su fuerza este miércoles 26 de julio y dejó serios daños en dos edificios residenciales. Llegó como si estuvieran en una guerra, nos dieron con todo, denunciaron.

Los vecinos hicieron barricadas en la avenida. A eso de las 6.00 p. m. organizaron su protesta para alzar su voz en contra de las políticas gubernamentales, en específico, para rechazar la propuesta de la Constituyente.

Colocaron cintas amarillas en varios cruces en señal de “trancazo”. Lo que de inmediato atrajo a los cuerpos castrenses. Llegaron con tanquetas, unidades motorizadas y el camión llamado rinoceronte.

En la calle jóvenes y adultos caceroleaban y gritaban consignas en contra de la represión, pero las bombas caían una tras otra, situación que los hizo retroceder.

Testigos dicen que la GNB lanzó metras a los manifestantes.

Fue luego de las 11:00 p. m. cuando la cosa se puso color de hormiga y no pararon de accionar gases, perdigones de goma y metal, incluso dispararon metras.

Intentaron llevarse a un joven que fue rescatado por los mismos vecinos y se metieron en grupos de 8 y 10 funcionarios a las residencias Nueva Esparta y Monagas.

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Patearon los portones. Incluso en el Monagas hicieron un boquete en la pared perimetral y por ahí se colaron los guardias.

Dañaron ventanas, quebraron bombillos y destrozaron los tableros de los ascensores.

La GNB dañaron los tableros de los ascensores.

Además, dejaron la estela de los gases por los edificios. Se sentían incluso el jueves 27 en horas de la mañana.

Los vecinos evaluaron los gastos de los daños. Por ejemplo, en el Monagas, los administradores calculan que para activar los elevadores deben gastar como mínimo Bs. 200.000. No saben el costo de los bombillos ni la reposición de las lámparas.

Este jueves en la mañana los alrededores de las residencias, por los lados de la avenida Guzmán Blanco, estaban llenos de escombros. Los restos de una nevera que el camión rinoceronte arrastró hasta el portón del estacionamiento permanecía en el sitio; mientras los GNB merodeaban la zona con fusil en mano. También dos patrullas del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) hacían rondas por el lugar a eso de las 11:00 a. m., situación que intimidó a los vecinos, pues les ha llegado el comentario de que hay una lista con nombres y ubicación por apartamento que están suministrando los llamados patriotas cooperantes a los cuerpos de seguridad.

Los funcionarios abrieron este boquete y por ahí se introdujeron al edificio Nueva Esparta.

Se vio también a voceros de los consejos comunales haciendo recorridos. Hubo residentes que contaron que les han tomado fotos y hecho señalamientos directos por estar participando en las protestas.

El día 20 de julio, que hubo paro cívico convocado por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la represión no se hizo esperar. La comunidad denunció que los militares “desbarataron” cerca de cuatro carros.

Fotos: Mabel Sarmiento Garmendia

Video: Cortesía vecinos


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