“Aquí hemos estado más de dos días seguidos sin luz”

En el sector Hato Viejo, ubicado en el municipio Nirgua del estado Yaracuy, cortan el servicio eléctrico cuando les da la gana. El aseo se olvidó del lugar: no recoge los desperdicios desde hace dos meses.

Hato Viejo/Yaracuy. “Cuando se va la luz en la noche, mi hijo no duerme por el calor que hace en el cuarto”, contó Luisa Contreras, desde el patio trasero de su casa en donde vive con su papá, su mamá, su esposo y su pequeño hijo, Arturo de cuatro años de edad.

Luisa opta por dar un nombre ficticio, mientras carga a Arturo en sus brazos. En el sector Hato Viejo según los propios habitantes, es normal que se vaya la luz por más de cuatro horas, como lo decretó el Ejecutivo Nacional en 19 estados del país, entre esos, Yaracuy.

“Aquí hemos estado hasta más de dos días seguidos sin luz”, se quejó Raúl Lozada de 78 años de edad, padre de Luisa Contreras.
Además del grave problema del suministro de agua que les afecta desde hace años, no tener electricidad es una situación que enfrentan a diario.

En la casa de Lozada, todos los artefactos que funcionan con electricidad tienen regulador para que no se dañen con los bajones de luz. Contó que poco a poco, han comprado esos aparatos para preservar los electrodomésticos que ahora están carísimos.

“La mayor parte del tiempo la nevera, microondas y la lavadora están desconectados. Lavamos la ropa apenas llega la luz. Pero la nevera, además de que no hay mucha comida, la tenemos vacía porque si dejamos los alimentos que necesitan refrigeración se nos dañan” detalló Lozada.

Para evitar que se les pudran el pollo y la carne fuera de la nevera, comprar hielo y los mantienen en una cava o los cocinan todo de una vez.

Más calamidades

Hato Viejo Yaracuy / Angeliana Escalona / CronicaUno
Aunque la plaza está descuidada, sigue siendo el lugar de encuentro de los habitantes de Hato Viejo.

Uno de los pocos lugares en el sector Los Manires, de Hato Viejo, donde concurren varios de sus lugareños es la plaza. Un lugar que representa la desidia en la que está hundida esa localidad. En todo el lugar quedan tan solo dos faroles que, aunque mantienen su cristal, no funcionan porque les robaron los bombillos hace meses.

La iglesia de la Virgen del Carmen ubicada justo en frente de la plaza, está en condiciones precarias. “El 12 de diciembre se robaron la campana y aunque demandamos en el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), nunca recibimos respuesta”, señaló una señora que caminaba por la plaza pero que no dio su nombre para resguardar su seguridad.

Juan Carlos Rubertiello, misionero del lugar, dijo que la campana tenía más de 280 años de antigüedad. “Era un reliquia. Era grandísima. Aún no entendemos como lograron bajarla del campanario”, comentó.

El santuario tiene seis ventiladores que sirven cuando hay luz. Contó un vecino que el calor es insoportable cuando en plena misa ocurre un apagón. El techo tiene muchas goteras cuando llueve, y en el piso hay una tronera que atraviesa el templo de punta a punta, por culpa de una raíz de un árbol que poco a poco ha desfigurado el suelo.

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La grieta atraviesa todo el santuario.

Aunque los problemas en el lugar parezcan suficientes, los habitantes tienen que lidiar también con el desinterés del único camión del aseo que circula en la zona.

“Llegamos a estar dos meses sin que pasaran los recolectores. En las calles los desechos estaban por todos lados. En mi casa metí la basura en un pipote grande, pero el olor ya era insoportable”, dijo Amalia Guédez desde la ventana de su residencia.

Contó Guédez que el camión del aseo tuvo que hacer dos viajes desde Hato Viejo al basurero para poder recoger toda la basura del lugar.

Hato Viejo Yaracuy / Angeliana Escalona / CronicaUno
La recolección de la basura es otra de las problemática que afrontan los lugareños.

Fotos: Angeliana Escalona


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