Aumento en los precios golpea con fuerza bolsillo de los pobres

inflación

El pasado año la inflación fue de 68,5% y en ese resultado impactó el alza en los precios de alimentos que fue de 102,2%, de acuerdo con los datos del Banco Central

Mayela Armas/@mayearmas

Caracas. Tibisay Anzola es una trabajadora del área de mantenimiento de un centro comercial del sur de Caracas y comenta con malestar que “todo está muy caro”.  Cada mes percibe en promedio 8.500 bolívares (salario mínimo más bono de alimentación), pero ese sueldo se queda corto frente a la escalada de los precios. Señala que “antes me gastaba solamente la cesta ticket en la comida, ahora la cesta ticket y parte del sueldo se me va en comprar comida”.

En 2014 Venezuela cerró con una elevada inflación de 68,5%, de acuerdo con los datos del Banco Central, y en ese resultado incidió el alza en los precios de los alimentos que fue de 102,2%, lo cual golpeó en el bolsillo de los más pobres. Esos aumentos afectan, porque las familias suelen destinar 45,8% de su ingreso a la compra de alimentos, según la información de Datanálisis.

Aunque en el transcurso del 2014 el Gobierno aprobó un aumento de 64,5% del salario mínimo, ese ajuste no le ganó la carrera a la inflación.  Por ejemplo, hace un año el precio de la carne en los mercados llegaba a los 200 bolívares, hoy supera los 500 bolívares y escasea.

Anzola, quien tiene tres hijos y vive en el barrio El 70 de El Valle, indica que “ya ni comprar en Mercal es barato”. Comenta que cada ocho días llega al barrio el Mercal Casa por Casa, pero dice que los precios de los productos son iguales que en los supermercados. “A veces me resulta caro comprar ahí. Si quiero comprar dos productos no puedo, me obligan a comprar otros que no necesito. Los precios además no son baratos”.

¿Y el control?

Los voceros del Gobierno han señalado con insistencia que los controles son para proteger al pueblo, pero la regulación fijada a los precios desde hace 12 años no ha funcionado, porque no ha evitado el salto de la inflación y ha generado problemas de abastecimiento.

La escasez no solo se debe al retraso en la entrega de dólares a las empresas, también a las regulaciones. Las  industrias no pueden cubrir los costos de producción de los artículos controlados, y aunque se han permitido aumentos de precio, los mismos han sido insuficientes, por lo cual las fallas de abastecimiento no se han corrigen.

Los pasajes

Pero no solo el alza de los alimentos impacta en el bosillo, el costo del transporte también afecta.

Los datos del BCV muestran que en 2014 la inflación en transporte fue de 59,7%, y esa cifra se debe a que las tarifas el transporte público se han ajustado en diversas oportunidades y muchas familias diariamente deben pagar dos y hasta tres pasajes para llegar a sus hogares y a los sitios de trabajo.


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