Un hombre de 65 años, que tiene un negocio de correas desde hace 40, manifiesta que 2018 fue “el peor año” para él. Agrega que “sobreviven” con las propinas. Sin embargo, se resiste a bajar las santamarías.

Caracas. Los precios de los productos en Venezuela continúan sin coto. Impulsados por una inflación que en 2018 cerró en 1.698.488,2 %, según datos de la Asamblea Nacional (AN). El salario en la nación petrolera es de 4500 bolívares, lo que equivale a unos 2 dólares, si se compara con la tasa del mercado paralelo que este 11 de enero cerró en 2440 bolívares.

En el centro comercial City Market, en el Distrito Capital, una tienda que oferta artículos alimenticios y de higiene expendía este viernes una crema de dientes de marca Colgate en $5. El doble de lo que gana un venezolano al mes.

La economía rápidamente se dolariza en el país tras las medidas adoptadas por el Poder Ejecutivo, que en los últimos cinco meses flexibilizaron el control cambiario que domina desde 2003. La última resolución que contrasta con la eliminación de la Ley de Ilícitos Cambiarios, es el decreto N.° 3.719 que obliga a personas naturales y jurídicas a tributar en divisas y en criptoactivos, si realizan operaciones en esas monedas.

En una zapatería del centro de la ciudad, Wenderly, de 24 años, manifiesta a Crónica.Uno que su salario es de Bs. S. 4500, más el cestaticket de Bs. S. 450. Explica que no le alcanza “para nada”. La comida en su casa la compran con los sueldos de toda la familia. Agrega que no puede vivir del “presente, ni del pasado” por lo que se abstiene a opinar sobre cómo caminará la economía los próximos meses.

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MarpoEste, ubicado en el municipio Chacao, es otro centro que permite a sus clientes el dólar como forma de pago. Un pantalón para damas costaba este viernes 57.000 bolívares o $26. La tasa era estimada en 2192 bolívares.

El 11 de enero un teléfono de alta gama, en City Market, podía llegar a costar entre $115 y $300, calculados a 2600 bolívares soberanos, lo que marcaban algunos cotizadores independientes.

Foto: Ariadna García

El 7 de enero el dólar se negociaba en el mercado negro en 1107 bolívares soberanos, en cuatro días duplicó su valor, cerrando la jornada el viernes en 2440 bolívares, un alza de 102,34 %.

Sobrevivir con un salario de 2$

José Carrillo, tiene 65 años, es de Táchira y vende correas desde hace 40 años. Manifiesta a Crónica.Uno que 2018 fue el peor año para él. “Lo más triste es que quedé debiendo mercancía y no tengo cómo pagar”. Agrega que “sobreviven” con las propinas.

Nadie puede vivir en este país con lo que ganamos. Ya no tenemos días buenos. Los bolívares no valen nada. Al turista uno a veces le pide cinco dólares y ¿qué hacemos con eso?, reprocha.

Con pesar indica que ha estado a punto de cerrar. Sin embargo, añade que se frena porque le gusta trabajar: “No quiero ir a sentarme, ni irme a dormir, además no tengo plata para eso. Estamos sobreviviendo”, repite.

José mira a su alrededor y señala los locales que están cerrados, aledaños a la plaza El Venezolano, a ministerios y a la Asamblea Nacional Constituyente. En pleno fuero del chavismo.

“Vinieron a cobrarme y tuve que regresar mercancía porque no se pudo pagar. Es triste. Ahora comienzo a vivir de lo que me queda. Vengo de ser obrero y de limpiar zapatos. En mi vida que yo recuerde, esto ha sido lo peor. Hago mercado semanal porque me fían. Si antes compraba un kilo de carne, ahora compro medio kilo”, dice.

Un empleado en City Market comenta que las ventas “apenas está arrancando”. Otro en un local que comercializa equipos de internet expresa que trabajan con tranquilidad y que de vez en cuando reciben las fiscalizaciones de rutina del Seniat. Añade que no son visitados por la Superintendencia Nacional para la Defensa para los Derechos Socioeconómicos (Sundde), el enemigo acérrimo de los comerciantes, que en diciembre del año pasado protagonizó múltiples detenciones y decomisos en varias partes del país.

En MarpoEste, vecino del Sambil Chacao, la mitad de los establecimientos sigue con las santamarías abajo. Una vendedora explica que se debe a que algunos todavía siguen de vacaciones y otros simplemente ya no volverán a abrir.

En un establecimiento en Capitolio un champú para el cabello tenía un valor de 4150 bolívares, casi lo que gana una persona en 30 días de trabajo.

Foto: Ariadna García

Venezuela registra más de cinco años en recesión. En 2018 la economía se contrajo -15 %, según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). El Fondo Monetario Internacional prevé que en 2019 la inflación cierre en 10.000.000 %. No obstante, la Comisión de Finanzas de la AN advierte que, de no tomarse medidas correctivas, el número podría ser mayor. Los venezolanos “sobreviven”, como dice Jesús, con salarios de $2, mientras lavar los dientes cuesta el doble.


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