Mediante utilidades cambiarias, traspasos de reservas y la fabricación de bolívares a cambio de títulos el Banco Central ha financiado las necesidades financieras del sector público.

Mayela Armas/@mayearmas

Caracas. Los venezolanos sufren una elevada inflación que vuelve sal y agua sus ingresos, y en ese salto en los precios inciden las actuaciones del Banco Central de Venezuela para atender los requerimientos del Gobierno

Para el Ejecutivo nacional los ingresos petroleros y tributarios han sido insuficientes para cubrir el gasto y ante la decisión de mantener el mismo nivel de desembolsos, recurre al BCV como fuente de financiamiento.

La entrega de utilidades cambiarias, los traspasos de reservas internacionales y los financiamientos a las empresas del Estado han sido las vías que ha utilizado el instituto emisor para canalizar el dinero, y esas rutas han sido posible por las reformas legales. La Ley del BCV ya ha sido cambiada seis veces.

Los caminos para dar los fondos  

Utilidades cambiarias. En el 2000 el ex Presidente Hugo Chávez Frías le pidió a las autoridades del Banco Central traspasar las ganancias cambiarias con el objetivo de financiar un plan extraordinario de inversiones que fue denominado la “sobremarcha”.

Pero las utilidades no se limitaron a financiar esos programas extraordinarios con el tiempo se orientaron a cubrir el gasto corriente del Gobierno. Por tal motivo, entre 2001 y 2002 se efectuaron modificaciones a la Ley del BCV para modificar las fechas de cierre de los ejercicios financieros y así recibir el dinero por adelantado.

De acuerdo con los balances del instituto emisor, desde 2000 hasta 2015 el fisco ha recibido utilidades por aproximadamente 8,7 millardos de dólares.

Creación del Fonden.  A fines de 2003 el ex mandatario le pidió al BCV un “millardito” de dólares de las reservas para un plan agrícola. En aquel momento, las autoridades se negaron a dar los recursos, pero las solicitudes no cesaron y en 2005 la Ley del BCV se reformó para ajustar el esquema de venta de dólares de Pdvsa al Banco Central y ordenar al instituto emisor a transferir “reservas excedentes”.

Desde ese año, la industria petrolera solamente entrega al instituto emisor una parte de los ingresos por las exportaciones petroleras, porque el resto lo orienta al Fonden, mecanismo conformado para financiar proyectos y que se ejecuta con opacidad. Este esquema también se nutre de una porción de las reservas internacionales.

El BCV entregó al Fonden entre 2005 y 2014 48,9 millardos de dólares, de acuerdo con las cifras del Ministerio de Finanzas. El pasado año no hubo traspasos ante el nivel que tenían las reservas.

Financiamiento a empresas del Estado. En 2009 y 2010 la Ley del BCV tuvo dos modificaciones para financiar el déficit del sector público. Uno de los cambios facultó al BCV a comprar bonos de Pdvsa. El otro llevó al instituto emisor a contribuir más con el gasto y adaptarse al Plan de Desarrollo Económico.

Desde 2010 el BCV recibe de la industria petrolera bonos y a cambio entrega bolívares que se inyectan a la economía para cubrir los salarios, las misiones y otros programas. Ese dinero, frente a una producción disminuida, presiona los precios y, por ello, la inflación es de casi 200%.

Ese financiamiento, según las cifras del ente emisor, al cierre de enero de este año alcanzó los 960 millardos de bolívares, aunque fuentes financieras señalan que se han creado otras vías para dar más dinero.

Mercedes de Freitas,  directora de Transparencia Venezuela, indica que “el BCV tiene que controlar la inflación, no generar la inflación”.

Otros cambios.  Más allá de la conformación de vías para financiar al fisco, el Presidente Nicolás Maduro, a través de los poderes especiales, en 2014 y 2015 efectuó otras dos modificaciones a la Ley del BCV.

El cambio de 2014 fue para incluir en las reservas internacionales otras monedas, diamantes y piedras preciosas. La reforma de 2015 fue para limitar a la Asamblea Nacional en la designación o remoción del directorio del BCV y darle luz verde al Banco para ocultar cifras.

El rebote

Ante el último cambio, en días pasados la AN autorizó una reforma de la Ley del BCV con el fin de volver al texto que estuvo vigente hasta el pasado 29 de diciembre de 2015. Sin embargo, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) declaró inconstitucional esa modificación con lo cual le impide al Parlamento cambiar las autoridades del BCV.

Tras esta decisión, Transparencia Venezuela exigió al TSJ reconsiderar la decisión sobre la reforma de la Ley del BCV y le pidió a la AN revisar con urgencia la designación de los magistrados.

La directora de la organización, apuntó que “no hay posibilidad de salir de la crisis sin poderes independientes. La Sala Constitucional del TSJ se ha convertido en un poder” y agregó que no se descarta acudir a los organismos internacionales.

Foto: Cheché Díaz


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