Los datos del BCV revelan que de las piezas en circulación, 17 % corresponden a las denominaciones del cono monetario que entró en vigencia en diciembre de 2016.
Caracas. En las instituciones financieras persisten las fallas con el efectivo. La cantidad de billetes disponible se queda corta frente a la demanda que es mayor por los elevados precios, y además muchas piezas son importadas y hay limitaciones.
Las cifras del Banco Central de Venezuela (BCV) revelan que en enero y febrero de este año no se colocaron billetes nuevos de 10.000 y 20.000 bolívares. Las denominaciones que se introdujeron fueron de 500, 1000, 2000 y 100.000 bolívares y totalizaron 516,7 millones de piezas.
Del cono monetario que entró en vigencia en diciembre de 2016, la Casa de la Moneda fabrica los billetes de 2000 y 100.000 bolívares, el resto de las piezas (500, 1000, 10.000 y 20.000) son importadas. A mediados del pasado año hubo retardos con las adquisiciones de los billetes, las cuales se aceleraron en los últimos meses del 2017, pero igual las denominaciones no son suficientes.
Las instituciones financieras reciben un tercio de los billetes que requieren para las operaciones y, por tal motivo, hay agencias que pasan semanas sin efectivo. Los días que más remesas se envían son los correspondientes a las cancelaciones de las pensiones.
Justo este mes, la Superintendencia de Instituciones del Sector Bancario inició un plan de pago de pensiones del Seguro Social por número final de la cédula y durante tres días. El BCV envió una sola remesa para todo el proceso.
Los datos del instituto emisor revelan que en febrero los billetes en circulación superiores a 500 bolívares sumaron 2,6 millardos de piezas, lo que equivale a 17 % de las denominaciones totales, que fueron 15,5 millardos.
Del billete de 100 bolívares —que el Gobierno quiso retirar en diciembre de 2016 y cuya vigencia se ha seguido extendiendo— hay 6,4 millardos de piezas.
Foto referencial: Luis Miguel Cáceres
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