Colchones, medicinas, refrigeradores, cocinas, gasolina, autobuses, balones… el candidato del PSUV a gobernador de Bolívar, Justo Noguera, ha regalado de todo para conquistar el voto en la región. Por su parte, Andrés Velásquez, candidato de la oposición, confía en que su liderazgo lo llevará nuevamente a la gobernación del estado Bolívar.

Ciudad Guayana. Los cierres de campaña de los candidatos con más opción fueron la oportunidad para que cada uno mostrara el estado que quiere construir. Por un lado, Andrés Velásquez destacó la importancia del voto en dictadura, mientras Justo Noguera siguió repartiendo dádivas.

Velásquez cerró su campaña con la promesa de una “Guayana grande”

El camino de Andrés Velásquez esta semana luce más despejado que en la noche del 10 de septiembre, el día en que fue elegido candidato en las primarias de la Mesa de Unidad Democrática (MUD). El rival más sólido de la ficha del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Justo Noguera, estaba en la noche de este miércoles, un mes después de aquel día, tranquilo y con una convicción: el domingo será gobernador de Bolívar. Otra vez.

Estaba tranquilo Velásquez cuando, a finales de la tarde de este 11 de octubre, cerró su campaña en Ciudad Bolívar, bastión electoral de la oposición en la región, al lado de Francisco Sucre, diputado a la Asamblea Nacional por Voluntad Popular y su rival en las primarias, ese mismo rival que no quiso reconocer en un primer momento la derrota.

Congregados en la avenida 17 de Diciembre, una de las más importantes de Ciudad Bolívar, los opositores rodearon la tarima para aplaudir a Velásquez y a Sucre y esperar el compromiso de gobierno de unidad regional.

Falta poco para construir la Guayana Grande que todos añoramos. Atrás quedará el pasado de malandros, mafiosos, piratas y saqueadores. Aquí lo que viene es trabajo, esperanza y reconstrucción de nuestra querida Guayana, prometió Velásquez.

Ante todo, el voto

En su intervención insistió en la importancia del voto como “acto de rebeldía” contra los destellos totalitarios del gobierno de Nicolás Maduro y una manera de desmontar la cifra de los ocho millones de votos con los que se eligió la cuestionada Asamblea Nacional Constituyente.

“El pueblo va a castigar al candidato de la dictadura [Noguera] con el voto, vamos a levantar la voz contra la dictadura a través del voto”, repitió.

La candidatura de Velásquez enfrenta un reto: en el tarjetón electoral, además de su cara, aparece la de Francisco Sucre, quien originalmente estaba apoyado por primero Justicia, Acción Democrática y Copei. La causa fue la negación persistente del Consejo Nacional Electoral a aprobar las sustituciones de candidatos.

Pero el vocero de La Causa Radical y dos veces gobernador —entre 1990 y 1996— confía en su liderazgo y en que la maquinaria propia y la de los demás partidos serán suficientes para destronar el chavismo de la región. Es solo cuestión de horas. Y de votos.

Justo Noguera y la campaña en la que todo vale

Aunque Justo Noguera y Francisco Rangel Gómez no han demostrado afinidad en público, sí tienen una gran semejanza, además de pertenecer al PSUV y de ser militares: utilizar los fondos y recursos públicos para promocionarse.

Rangel Gómez, gobernador del chavismo durante tres períodos, y Noguera Pietri, presidente de Sidor y candidato a reemplazarlo, han hecho de los beneficios ciudadanos una publicidad. Durante la gestión del primero, los comunicados de prensa comenzaban con su nombre y, luego, se complementaban con un verbo que le atribuía alguna caridad: donó, entregó, llevó.

Con Noguera no ha sido diferente, y desde el comienzo de la campaña las dádivas han sido el eje motor. No ha habido en Bolívar un beneficio público al que el PSUV no haya ligado con él.

Por ejemplo, la comida. Indistintamente, barrios y empresas básicas han sido escenario para que el candidato despliegue todo el poder de sus dádivas: “Justo Noguera Pietri acompañó la entrega de bolsas de comida a los trabajadores de Briqueteras del Orinoco”, señala una nota de prensa de comienzos de septiembre.

La escasez de combustible que inmovilizó a buena parte del estado Bolívar desde finales de agosto hasta comienzos de septiembre sirvió para que Noguera se anunciara como el hombre que solucionaría el problema.

Su inefable equipo de prensa comunicó el 6 de septiembre: “Es importante señalar que todo el equipo de trabajo de Justo Noguera se encuentra desplegado en las estaciones de servicio para supervisar el abastecimiento del combustible a toda la población. Sobre este particular, el candidato de la revolución reiteró, ‘que venimos atacando las necesidades del pueblo bolivarense, no podemos interrumpir el orden de los servicios básicos de la población, hay que atender las necesidades y dar respuesta inmediata.”

Todo vale

De la crisis del combustible Noguera también sacó provecho. El 7 de septiembre hubo protestas por la falta de autobuses. ¿La respuesta? Un comunicado y una foto: “Justo Noguera implementó un plan de acción inmediata, con el apoyo de la Siderúrgica, para solventar la contingencia presentada con el transporte público urbano, logrando trasladar a la ciudadanía a sus hogares”.

Noguera aprovechó recursos públicos para hacer campaña.

El candidato le puso el ojo a otra necesidad, la salud, y por eso en Las Batallas (San Félix), comandó un acto de entrega de medicinas y otras “menudencias”, como cocinas y colchones, todo “en beneficio de las comunidades”.

El 24 de septiembre, Noguera se fue, con comando, regalos y promesas, a Pueblo Guri. “El equipo del trabajo social que acompaña al candidato de la revolución realizó la entrega de canastillas, equipos deportivos, colchones y sillas de ruedas a habitantes de la comunidad”, apunta la nota de prensa.

Noguera aprovechó también el comienzo del año escolar para darle un empujoncito a su campaña, y en la escuela Puerto Ayacucho, de San Félix, se fotografió entregando morrales a los niños y refrigeradores a la directiva.

La última carta de Noguera fue la reaparición pública de José Ramón López, alcalde pesuvista de Caroní con gran influencia en las comunidades de San Félix y apresado por corrupción en 2015. Así, el general de la Guardia Nacional, el que ha repetido la consigna “no vine a ofrecer: vine a trabajar” entra en la fase final de su campaña, que bien puede bautizarse “Todo vale”.

Fotos: Cortesía


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