Bs.6.000 pagan para pasar la frontera entre Colombia y Venezuela

Carros por puestos usan las trochas para trasladar a pasajeros de Maicao a Maracaibo. Por los caminos verdes, los choferes deben pagar peajes a los lugareños

Nataly Angulo V./@natalyaav

Maracaibo. El cierre de la frontera no impide que colombianos y venezolanos se trasladen desde Maicao hasta Maracaibo, y viceversa. Las trochas, rutas de pasos ilegales, son las vías utilizadas para viajar al vecino país, desde que el Presidente, Nicolás Maduro, ordenó el cierre fronterizo por el paso legal de Paraguachón hace más de cuatro meses.

Vehículos, en su mayoría Malibú y Caprice de los años 70 y 80, desfilan por los caminos improvisados de arena. 6.000 bolívares es el precio del pasaje, que puede aumentar dependiendo del equipaje y de la hora.

Un trabajador de artes gráficas que emigró a Colombia en julio pagó los 6.000 bolívares el pasado 3 de diciembre para venir a Maracaibo. Se embarcó en Maicao. “No hay una parada oficial, uno llega ahí y pregunta. Luego negocia con el chófer para que lo traiga para Maracaibo”, cuyo destino fue la Plaza de Toro de la capital zuliana.

El hombre, que no ofreció su identidad por motivos de seguridad, admite que venir por las trochas da miedo, “porque uno está a la suerte de Dios” por lo desolado de la zona y las alcabalas que colocan los lugareños, “que vaya usted a saber quiénes son”.

Sin embargo, el zuliano de 48 años y residente de Santa Marta, relata que no viajó solo. “El chófer paga 10.000 bolívares a un motorizado que viaja delante de nosotros y es el encargado de pagar en los peajes”.

Los peajes los colocan grupos de personas, la mayoría de la etnia wayúu, que cierran el paso por sus tierras con una cuerda. La “mosca” como se le conoce al motorizado que negocia, los acompaña hasta que el vehículo deja los caminos verdes para retomar las vías principales que conectan a ambos países.

Los casi 20.000 efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana desplegados en la frontera con Colombia no han podido frenar el paso. Aunque la autoridades han informado de la vigilancia de las trochas, la extensión de la frontera colombo-venezolana hace cuesta arriba impedir el traslado entre ambos países.

El Gobierno venezolano decidió cerrar la frontera para frenar el contrabando de alimentos y combustible, y el narcotráfico. Francisco Arias Cárdenas, gobernador de Zulia, informó en octubre que dos millones de litro de gasolina se ahorran desde el cierre fronterizo.

Sobre los alimentos, las autoridades aseguraron que bajarían las colas en los supermercados y se frenaría el “bachaqueo” (reventa). Nada de ello ha pasado. Los marabinos tardan hasta tres horas en los establecimientos y el desabastecimiento hace que el “bachaqueo” siga siendo un gran negocio.

Foto: Diario La Verdad


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