Expertos coinciden en señalar que algunos fármacos que se consiguen por los caminos verdes pueden ser falsificados o estar adulterados.

Mabel Sarmiento Garmendia@mabelsarmiento

Caracas. La crisis de la salud en los actuales momentos se ha hecho más visible con la escasez de medicinas. De 170 medicamentos que hay en lista para su uso, cerca de 70% no se encuentra en las farmacias nacionales, según informó Francisco Valencia, presidente de la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud, Codevida.

Valencia, quien participó este jueves 4 de febrero en el foro Crisis de los medicamentos en Venezuela, organizado por la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Venezuela (UCV), dijo que los pacientes crónicos ahora recurren al trueque, a la búsqueda por redes sociales y hasta piden los fármacos a familiares o amigos que viven en el exterior.

Esto lo hacen por la desesperación, pues un trasplantado (como es su caso y el de su esposa) si no toman inmunosupresores pueden perder el órgano trasplantado. “Entonces, muchos se arriesgan a pedirlo a extraños y a aceptar donaciones. Hemos dicho que es una crisis humanitaria. Lo dijimos en la Asamblea Nacional y en las Naciones Unidas. El Estado debe aceptar la ayuda humanitaria, porque en marzo no habrá medicinas para los pacientes oncológicos ni para el resto de las patrologías crónicas”.

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Pisani dijo que el pueblo se verá perjudicado

Al respecto, Rómulo Pisani, de la Cámara Venezolana de Droguerías, también participante, mencionó que antes la gente cruzaba el puente, llegaba a Cúcuta y compraba lo que necesitaba. “Pero al Gobierno se le ocurrió cerrar la frontera y la crisis se agudizó. Por eso ves a los pacientes haciendo compras por Mercado Libre, pidiendo ayuda por las redes sociales y creando fundaciones sin fines de lucro para recibir donaciones, y eso lo que está generando es un canal abierto para el mercado negro y para la falsificación de productos. Eso es un riesgo enorme para la población, incluso en ese mercado se pueden manejar fármacos robados”.

Y quien planteó con más preocupación ese tema fue el profesor Orlando Vizcarrondo, ex decano de la Facultad de Farmacia, quien expuso que debido a la escasez se están violando cuatro o cinco artículos de la Ley de Medicamentos, entre ellos el 24 (“La importación de los productos farmacéuticos que hayan sido previamente registrados en el país, deberá ser notificada al Ministerio de Salud y Desarrollo Social, con indicación de las características del lote y las cantidades importadas”), y el 58 (referente a la prohibición del expendio de medicamentos no registrados).

Citó que al país están llegando productos de Cuba que no tienen registros sanitarios y que están siendo distribuidos en la red pública.

“Con este tema de los medicamentos se creó una especie de Estado paralelo, que no es transferible al paciente. Cuando a un enfermo crónico no puede dársele la terapia frecuentemente no conserva las dosis en su cuerpo, por eso va al mercado paralelo, que es como el segundo cartel”.

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El profesor Vizcarrondo alertó sobre las medicinas que llegan sin registro

El primer cartel, refirió, es el de las drogas y ahora surgió el de las medicinas, con el riesgo de que allí se pueden encontrar falsificadas y adulteradas. “De hecho estamos viendo como el mismo Estado trae unos jarabes que dicen que deben protegerse de la luz y los envases son de vidrio. Otro caso visto en las redes es aquélla venta de medicinas que estando vencidas las promocionan diciendo que después de la fecha de corte duran 10 años más”.

A esos ilícitos añadió el robo de camiones cargados con medicinas, la venta de las muestras médicas y el hurto a las farmacias. “Esos productos están yendo a un mercado que no está supervisado”, comentó Vizcarrondo, quien al finalizar su exposición en el foro (liderado por la decano de la Facultad de Farmacia Margarita Salazar), mencionó que una de las soluciones a la crisis actual es hacer una revisión de la Ley de Medicamentos, redactar su reglamento y retomar el trabajo de la Comisión de Integración Farmacéutica.

A este evento fue invitada la ministra de Salud, Luisiana Melo. Ella no se presentó, ni envió representación en su lugar. Quien sí estuvo fue Eduardo Samán, ex ministro de Comercio, que pidió un derecho de palabra, se lo negaron y al final de las preguntas, lo dejaron hablar, pero ante un auditorio que se debilitó una vez mostró su rechazo a declarar una crisis humanitaria, pues -según dijo- eso sería aprovechado por EEUU para intervenir el país.

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Fotos: Cheché Díaz


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