Caracas amaneció sin transporte público

Redoma de La India, transporte

Este lunes los gremios dieron un plazo para que el ministro de Transporte, Carlos Osorio, les dé respuestas serias en cuanto a la dotación de insumos y el ajuste tarifario. Están pidiendo cauchos, baterías, aceite y que aprueben Bs. 2000 para el pasaje. En horas de la noche suspendieron la protesta, pero lo que se vio en las calles fue una ausencia de unidades y paradas abarrotadas. De igual forma, la medida que se aprobó en una asamblea fue acatada por la base.

Caracas. Voceros del sector transporte informaron vía mensajes de texto que se suspendía el paro aprobado en asamblea general el lunes 29. Sin embargo, la contraorden no fue acatada en su totalidad, debido a que este martes, desde muy temprano, en las calles de Caracas se vio otra realidad: paradas abarrotadas de pasajeros y ausencia de unidades del transporte urbano y troncal.

Se vio a usuarios caminando largos trechos para llevar a sus hijos al colegio y bajando a pie de las partes altas de las zonas populares.

Otros iban guindado en las puertas de las pocas camionetas que prestaron servicio en sectores como la intercomunal Valle-Coche, avenidas Victoria, Solano, Bolívar, Fuerzas Armadas y por los alrededores de Bellas Artes y Plaza Venezuela.

Se notó igualmente que, para ser un martes, había menos gente en las calles. Puede que los usuarios tomaran sus previsiones de no salir tan temprano ante el llamado a paro que fue convocado por los cinco bloques del transporte.

No se observó de parte del gobierno municipal la activación de un plan alterno para trasportar a los pasajeros en zonas de mucho flujo como La Bandera, Capitolio y Plaza Venezuela.

A las 8:00 a. m. la gente seguía esperando en las paradas.

Solo en los alrededores de Bellas Artes un camión de la Guardia Nacional sirvió de transporte. Cabe destacar que esa es una zona donde hay muchas clínicas y laboratorios y la mayoría de las personas que desde bien temprano están en las paradas suelen tener diligencias médicas por el sector. José Pérez, transeúnte, llegó a las 8:00 a. m. y se encontró con una cola de aproximadamente 100 personas, se preocupó porque no había unidades y debía estar a las 9:00 a. m. en el Instituto Diagnóstico para una cita que tenía un mes esperando. Se tuvo que ir en uno de los camiones de la Guardia.

En cambio, funcionarios motorizados de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) hicieron rondas por las paradas y tomaban fotos de la situación.

En Caricuao, Antímano, La Vega y Catia el panorama fue el mismo. Sin camionetas y la gente a pedal y bomba.

No más subsidios

El servicio del Metro de Caracas no presentó retrasos a primeras horas de la mañana, cosa que facilitó la movilización de algunos usuarios. Solo en la Línea 2 hubo mucha congestión, algo que se está haciendo costumbre en ese tramo.

Los transportistas desde junio de 2017 vienen anunciando un paro técnico por la escasez de insumos y repuestos. En octubre anunciaron que más de 80 % de unidades que cubren rutas en el área metropolitana están paradas precisamente por problemas técnicos.

Terminaron el año pidiendo cauchos, baterías, aceite y ajuste tarifario.

De hecho, la ley de Tránsito establece que durante el primer trimestre de cada año debe discutirse el aumento del pasaje.

Esa discusión no se ha dado y los transportistas salieron al paso: estaban pidiendo Bs. 3000 —que dicho sea de paso es un monto que ya cobran en algunas rutas— luego bajaron a Bs. 2000 y el Gobierno les rechazó la propuesta. Por esos Bs. 2000, por los cauchos e insumos llamaron a un paro.

Además, piden que el subsidio estudiantil se lo den directamente a los beneficiarios y que igual contemplen uno similar para la tercera edad.

“El sector transporte ya no puede subsidiar más a estas personas”, dicen los choferes.

La Federación Nacional del Transporte se encuentra en estos momentos reunida. Y a las 4:00 p. m. de este martes está prevista una reunión con el general Carlos Osorio, ministro de Transporte.

De igual manera acordaron rayar todas las unidades con mensajes como “no hay aceite”, “no hay insumos”, “tarifa justa”.  A mitad de mañana, en zonas como Gramovén, en Catia, los “pitaras” estaban cobrando hasta Bs. 5000.

Fotos: Francisco Bruzo | Jota Díaz | Mabel Sarmiento Garmendia


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