Supermercados de varias partes de la capital mostraron largas colas de clientes. Pese a algunas excepciones, los puntos de venta funcionaron con normalidad. Tiendas en centros comerciales advirtieron su cierre por la reconversión.
Caracas. “Esto [las medidas del Gobierno] es solo un pañito de agua tibia, los problemas van seguir más adelante“, comentó Vicente Díaz, un contador público que estaba en un supermercado este sábado adelantando compras tras las acciones presentadas este viernes por el presidente Nicolás Maduro, y con el temor de que en unos días los precios se acelerarán.
Sostuvo que los anuncios son vagos: “Se está anclando el bolívar a una moneda valorada con el barril de petróleo y no queda claro qué va a pasar cuando se desplome el precio del barril”. Para este trabajador, el proceso de reconversión monetaria que arranca el 20 de agosto se realizó atropelladamente y no está acompañado de otras medidas para detener la hiperinflación, que el Fondo Monetario Internacional proyecta en 1.000.000 % al cierre de 2018.
En medio de una prolongada crisis que se ha reflejado en elevados precios —82.766 % en 12 meses— y fallas de abastecimiento de rubros básicos, el Jefe de Estado anunció parte de sus medidas para la “recuperación”. Entre las acciones estuvo un ajuste de más de 3000 % en el salario, que pasa de 5,1 millones de bolívares (51 bolívares soberanos) a 180 millones de bolívares (1800 bolívares soberanos).
Aunado a ello, se ancló el bolívar soberano al petro, lo que generó una devaluación de 96 % y se ajustó la alícuota del Impuesto al Valor Agregado de 12 a 16 %. El cambio en el régimen tributario lleva a los empresarios a adelantar pagos de otros tributos. Este cóctel de devaluación, más impuestos y alzas de sueldos a un sector privado deprimido es calificado por los economistas como un plan desordenado que acentuará los desequilibrios.
Las acciones se anunciaron dos días antes del inicio de la reconversión, que ha llevado a comercios y bancos a efectuar ajustes en los sistemas y por lo cual muchos locales estuvieron cerrados.
Este fin de semana privó el desconcierto entre los ciudadanos y la necesidad de comprar lo que se pudiera para intentar ganarle la carrera a los precios.
En panaderías, supermercados, farmacias, mercados a cielo abierto y centros comerciales, los ciudadanos tomaron la previsión de adquirir alimentos no perecederos, detergentes, comida para perros y hasta licores. En algunos casos, se hizo con la cooperación de varios integrantes de la familia para encontrar artículos de primera necesidad.
En los centros comerciales, algunas tiendas amanecieron cerradas o bajaron la santamaría a mitad de la jornada. En el Sambil de Caracas, por ejemplo, estaban los anuncios que señalaban que no habría operaciones por la adecuación al nuevo cono monetario.
Eliza Fornique, una trabajadora que estaba en un comercio, relató que el ambiente y el ánimo de la gente es de nerviosismo, violencia y ansiedad. Para ella, es muy grave la situación económica y estima que con este nuevo aumento de sueldo habrá más desempleo.
En un supermercado de Bello Monte, Daniel Escalona, paramédico, rechazó el paquete económico anunciado por Nicolás Maduro, señalando que más allá del aumento salarial, falta advertir sus implicaciones: influencia sobre los bonos de alimentación, prestaciones sociales, la economía informal, la canasta familiar, etc. “Todo esto me parece un viernes negro”.
En varios supermercados de la ciudad influyó la lentitud en los puntos de venta en las largas filas. Las colas también se vieron en los centros comerciales, especialmente para la cancelación de las horas de estacionamiento.
En las estaciones de gasolina, las colas fueron más intensas durante este sábado debido al ajuste que se prepara en el precio del combustible, cuya última revisión se hizo en 2016 cuando se elevó a 1 y 6 bolívares.
Ya el jefe de Estado dijo que la gasolina se cobrará a precio internacional y que aquellos que tengan el carnet de la Patria percibirán un subsidio. Este sábado el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, indicó que el aumento será en septiembre, sin precisar precio. El mandatario expresó el viernes que “no hay apuro”.
Fotos: Luis Morillo @luizmorillo15
Participa en la conversación