Caraqueños agarran agua cuando llueve porque Hidrocapital los tiene secos

Hay sectores el municipio Libertador que tiene más de un mes con los grifos secos. Los vecinos dicen que ya no le ven el rastro a las cisternas de Hidrocapital

Mabel Sarmiento Garmendia/@mabelsarmiento

Caracas. “Gracias a Dios ha llovido estos días. Así agarramos agua para los baños y para medio limpiar el piso. Mi hija se lleva la ropa para la casa de un cuñado y la lava allá. Para cocinar y para tomar compramos el botellón que ya nos sale en Bs. 150. Antes aquí se iba el agua, pero pasar un mes con esta sequía, eso no lo aguanta nadie”, contó Rosa Mejías.

Esa es la situación en la calle El Tamarindo de la parroquia El Valle, del municipio Libertador. Allí hace más de un mes que los grifos están secos. Los más afectados son los de la parte alta. “Si vemos que está llegando de la calle, le pedimos a algún vecino que nos pase una manguera. Pero a veces llega de madrugada o cuando uno está haciendo mercado y no da chance almacenarla”, contó.

La misma situación padece la señora a Trina González, quien vive en Cochecito, parroquia Coche. “Antes no las cortaban los lunes y jueves, pero ahora nos sabemos cuál es el plan. Hay fines de semanas que no hay ni una gota y así podemos pasar cuatro o cinco días. Cocinamos y lavamos los platos con dificultad y para bañarnos es otra tragedia más. No sé qué pasa, pero está siendo más frecuente que estemos sin el servicio en estos últimos meses”.

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El botellón de agua lo compran al camión que pasa por el barrio a Bs. 150

También a los vecinos les incomoda que el agua sale sucia y con olor. “En las veredas de Coche casi nunca teníamos problemas. Ahora no se puede lavar la ropa blanca, porque queda amarilla y huele mal. Uno llama a Hidrocapital y nadie da una respuesta seria”, denunció Belén Marcano.

En Carapita, en el callejón Santa Eduvigis, también los vecinos se quejaron por el color y el olor del agua. “Llega de vez en cuando y cuando podemos llenar los pipotes está marrón y con un olor nauseabundo”, señaló Reina Rojas.

Otros sectores del municipio Libertador que sufren a cántaros por la escasez son El Junquito, específicamente el sector Luis Hurtado, que lleva 45 días sin el suministro. También en La Laguna, de Los Magallanes de Catia, y en la avenida Las Fuentes de El Paraíso, donde desde hace más de un mes los locales no saben qué es tener agua.

“Llega un chorrito en las noches nada más. Pero de resto gastamos toda el agua del botellón para limpiar, más que todo en el área de la carnicería, que a cada rato debe aseada porque tratamos con alimentos”, destacó un comerciante de la zona.

Habitantes de Montalbán alegaron que en muchas oportunidades llega completamente marrón y si por mala suerte están lavando les mancha la ropa. “Tuve que meter las camisas blancas a lavar varias veces, porque el agua salió cochina y las manchó. Las pocetas se mancharon de tierra también”, aseguró María Piñango, ama de casa.

No menos favorecidos están en las parroquias San José (en Cotiza), en La Pastora y en El Cementerio. En estos lugares los cortes son entre ocho y 15 días.

La afectación además de los hogares abarca comercios y escuelas. Los hospitales que hay en esas parroquias como el Vargas, el Periférico de Coche, el Luis Razetti y las dependencias del Seguro Social, se abastecen con tanques, según dijeron algunos trabajadores consultados.

También se las ven feas los comercios de comida y panaderías, que en ocasiones disminuyen la producción y la atención al púbico por la falta de agua.

Fotos: Cristian Hernández


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