Caraqueños atados de manos sin luz, sin agua, sin transporte, sin medicinas y sin dinero

caraqueños

Este sábado la gente compraba con efectivo pero a primeras horas de la mañana los puntos estaban funcionando, así que daba chance a algunos compradores para hacer mercados por un monto superior a los 20.000 bolívares.

Caracas. El apagón que por más de 30 horas sufrió Caracas (al igual que el resto del país), cuya réplica los azotó de nuevo a partir de las 11:00 a. m. de este 9 de marzo, no solo tiene a los ciudadanos atados en el desespero por no tener luz ni agua, sino también los tiene amarrados en la indignación pues, en medio de esta severa crisis, se profundizaron otros problemas como la escasez de transporte público, de efectivo, de medicinas y la hiperinflación.

Este sábado cuando se vio un respiro en la población con la restitución de la energía eléctrica, muchos salieron a colmar los mercados y expendios de comida para abastecerse de producto alimenticios y de higiene personal.

Catia, un mercado a cielo abierto por tradición, estaba como de costumbre con mucho tráfico y el comercio informal fluyendo por doquier.

La gente compraba con efectivo pero a primeras horas de la mañana los puntos estaban funcionando, así que daba chance a algunos compradores para hacer mercados por un monto superior a los 20.000 bolívares.

Frutas, azúcar, papel higiénico, harinas todo estaba al alcance de las miradas de los transeúntes, aunque no de los bolsillos. La gente se veía apurada, haciendo todo muy rápido, agarrar el producto y cancelar era una prioridad, pasar más de 30 horas sin luz fue algo inesperado e inédito en Caracas, donde están asentados los poderes públicos.

La incertidumbre regresó cuando a partir las 11:00 a. m. rodó la información por redes sociales de apagones en varios sectores.

Mucha gente se quedó en cola frente al punto de venta. Con la bandeja de jamón y el papel higiénico en la mano, Alejandra Pernía dijo que no tenía nada en su casa. “No tengo ni papel, esto no puede ser y soltó la frase que se hizo popular “Maduro….”

Los comerciantes comenzaron a bajar las santamarías a media pared. Algunos pensaron que se trataba solo de un bajón de luz. Otros ya con el antecedente más reciente entendieron que el corte sería largo y que la mejor opción era cerrar.

“Ya son dos días de pérdidas, no hay muchas ventas y ahora este lío con la luz”, comentó un comerciante ubicado en la avenida Fuerzas Armadas.

La actividad este sábado evidentemente no fue normal. La gente mostró preocupación por la situación actual. Ver las estaciones del Metro de Caracas cerradas subía el desánimo.

Los transeúntes caminaban largos trechos para llegar a sus destinos, pues el trasporte superficial no funciona a cabalidad, desde hace más de un año que se observa una merma del servicio por la falta de respuestos e insumos, lo que terminó desapareciendo las unidades y he generando aumentos inconsultos del pasaje urbano. Ya entre choferes se habla de llevar el pasaje mínimo a 150 bolívares.

En el centro de Caracas, en plena avenida Universidad, había varios tramos cerrados pues se esperaba una concentración oficialista, mientras del lado de la avenida Victoria la oposición hacia los propio, pero fue reprimida y al final pudo llegar hasta el punto acordado por Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y quien se juramentó como presidente encargado ante una asamblea popular el pasado 23 de de enero de este año.

Luego del mediodía la afluencia vehicular y peatonal disminuyó considerablemente. Solo quien contó con una planta eléctrica pudo resistir el apagón de este sábado 9, el cual todavía al publicarse esta nota estaba activo.


Participa en la conversación