Catia FC trabaja con 330 niños y ya tiene su sede operativa

El proyecto social que lidera el exvinotinto Ceferino Bencomo avanza en la formación de nuevos talentos para el balompié venezolano.

Caracas. El Catia FC apuesta a futuro y va paso a paso pero con firmeza hacia la consolidación de un proyecto social y deportivo que pretende ser una alternativa para los jóvenes talentos de la parroquia Sucre y otras comunidades caraqueñas.

La institución auriverde inauguró la escuela de formación en abril y ya concluyó la primera etapa de su sede en el complejo Henry Camán Álvarez, ubicado en El Junko Country Club.

“Tenemos un espacio bastante importante. Ya contamos con el gimnasio, el comedor, las habitaciones para los jugadores y la cancha. La primera etapa ya está operativa y están concentrados unos 16 jugadores para tratar de formarlos y a futuro proyectarlos hacia el fútbol profesional”, explica el gerente deportivo Ceferino Bencomo, un exvinotinto y entrenador de equipos como el Caracas FC de la máxima categoría.

Ha sido un esfuerzo enorme porque la situación del país no es fácil, pero no hemos parado. Estamos realizando la cancha múltiple que tiene las medidas profesionales. Ha valido la pena, estamos muy contentos”, admitió Bencomo, quien siente la satisfacción por la buena acogida para con el proyecto.

“Las zonas populares nos han recibido bastante bien. Además de la escuelita, el Catia FC tiene 13 categorías donde participamos en la Serie de Oro hasta el equipo de la Tercera División”, detalló el directivo.

En total, la escuadra catiense cuenta con 330 niños entre las categorías Sub 8 y Sub 16, la mayoría de las barriadas capitalinas. Según Bencomo, muchos de los jóvenes arrastran problemas familiares o limitaciones por la complicada situación del país pero en el club se intenta mantenerlos motivados y aportar para su formación integral.

“No ha sido fácil. La mayoría de los niños los tenemos becados y siempre les damos charlas informativas y de motivación para que sean mejores personas y mejores deportistas, más allá de que en un futuro decidan dedicarse a otra disciplina. Lo importante es que participen y tengan un sentido de pertenencia con el Catia FC”.

A veces los niños vienen sin comer, sin desayunar y no tienen la indumentaria adecuada. Aquí les prestamos los zapatos, las medias, los uniformes y tratamos que esos problemas que tienen por la situación de la familia o el país no se vean reflejados en el complejo deportivo”, agregó Bencomo.

La identificación con esta iniciativa no es exclusiva de los pequeños futbolistas, sino también de los trabajadores, pues buena parte del staff que hace vida en la sede proviene de la zona de El Junquito, Carayaca y otras parroquias vecinas al Henry Camán Álvarez.

Foto: Cortesía


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