Con el patrocinio de Crónica.Uno, 12 niños y adolescentes pintaron un mural en la escuela Andy Aparicio, en Las Casitas, para sembrar la fe, el amor y la esperanza.

Caracas. Muchachos entre 12 y 16 años, habitantes de la parte alta de La Vega, plasmaron en dos paredes de la escuela Andy Aparicio, un mensaje de unión.

Los chamos atendieron las indicaciones de los muralistas Alexandra Baloa y Geralt Jiménez y, con brochas en mano, pintaron en azul y verde el fondo de la pared, que mide 32 metros cuadrados. Posteriormente, colocaron una imagen de dos manos abiertas con un árbol que sale de una semilla. El mensaje surgió de la combinación de tres ideas que, en líneas generales, representa la siembra de la esperanza.

Niños y adolescentes del sector idearon el concepto del mural.

Riderson Suárez, estudiante de Educación y Ciencias Pedagógicas en la Universidad Católica Andrés Bello, profesor y vecino de la zona, explicó que el mensaje para el mural “Sembremos fe donde hay duda, amor donde hay odio y esperanza donde hay desesperación”, fue creado la semana anterior durante la hora de Catequesis, donde jóvenes de distintas edades se preparan para la Confirmación hicieron sus aportes hasta llegar a ese resultado.

Usaron una pared de 32 metros de largo.

Buhoneros que montaban sus tarantines cerca del plantel y comerciantes formales de la zona coincidieron en que la actividad causó un impacto positivo: la visión de un grupo joven dedicando un día a compartir un mensaje que rescata valores como la fe, el amor y la esperanza cuando más se necesitan.

la disposición de la muchachada duró toda la jornada.

Para la comunidad, la pintura del mural es un indicador de que no todo está perdido. Marian Falcón, vecina del sector El Ayacucho, y Franklin Tovar, comerciante, expresaron satisfacción por la obra de arte popular, porque los muchachos, además de promover valores positivos, pasaron un rato compartiendo y escuchando música.

Reinaldo Tovar, también del sector El Ayacucho, se acercó a la escuela a ver el mural en construcción:

“Me gusta porque los muchachos tienen la mente ocupada, fuera del ocio, de malos hábitos” (sic).

Algunos estudiantes tenían el sueño de pintar un mural.

Chamos esperanzados

Yosmer Pérez y Danielys Castillo, estudiantes de primer año en el Andy Aparicio, informaron que les gustó el dibujo de la semilla entre las manos porque es una imagen esperanzadora, una forma de abogar por valores que se están perdiendo y pedir por el cese a la inseguridad que afecta al país.

Los vecinos pidieron que la actividad se replique.

Frederick Dela y Yeremy Guzmán estaban muy motivados y deseosos de colaborar para pintar por primera vez un mural. Para ellos es importante motivar a la gente para que dejen el odio y propiciar el cambio por un mundo mejor.

Durante toda la jornada los chamos armonizaron con música de todo tipo.

Otros niños que residen en la zona se activaron con la iniciativa comunitaria. María Gabriela Ruiz, de 9 años, residente de El Encanto, dijo que pasaba por el lugar, quiso apoyar y se lo permitieron. “Me gusta pintar, me gusta dibujar flores, esto es muy bonito”.

Al lugar llegaron niños de otros sectores con la ganas sobradas de participar.

La actividad, organizada en la parroquia con apoyo del padre SJ Alfredo Infante, comenzó a las 10: 00 a.m. acompañada por el equipo de Crónica.Uno. La jornada culminó a las 4:00 p.m.. Los vecinos que se desplazaban a pie, motorizados y “yiseros” se detenían para apreciar la obra de arte popular. Los niños esperan que el mensaje llegue a los corazones y la mente de los vecinos y que el mural permanezca en el tiempo.

La semilla de la esperanza fue el propósito.
Juntos lograron la hazaña: tolerancia y convivencia.
La comunidad ha estado pendiente de cuidar su mural

Este sábado también se retocó el primer mural auspiciado por @crónica.uno, realizado en abril de 2016 que llevó una consigna en pro de la paz

Mira el video de la actividad:

Fotos y video: Jota. Díaz


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