Choferes se recogen temprano huyéndole a los choros

Transporte

Los conductores dicen que también son gente de barrio, y aun así prefieren guardar las camionetas temprano, obligados por la inseguridad y ausencia de vigilancia

Mabel Sarmiento Garmendia / @mabelsarmiento

Caracas. La vida del chofer de camioneta vista desde un pasajero puede ser cómoda y hasta buena si de economía se trata. Pero detrás del volante son muchos los problemas que deben sortear estos trabajadores que denuncian frecuentes robos, secuestros y asesinatos.

A finales del mes pasado mataron a un conductor de la Línea Encarnación que cubre la ruta San José y Río Chico; y en el terminal de pasajeros de Petare asaltaron completica una unidad colectiva. Ambos hechos generaron protestas y trancas durante varias horas.

Y aunque son solo dos hechos, los choferes comentan que esa situación es el pan nuestro de cada día.

“Muchos prefieren no hablar del tema, pues les da miedo. Han secuestrado carros y luego el mismo malandro trae la llave. Eso es lo que no sabe el pasajero”, contó el señor Orlando Soto, presidente de la Asociación Civil de Conductores Criollos de La Pastora.

Situaciones como las que describió hicieron que más de un profesional del volante bajará la guardia y se recogiera temprano.

En el caso de esta línea, conformada por cerca de 110 camionetas, la ruta es desde La Pastora hasta puente Baloa en Petare. Son prácticamente dos horas y media de recorrido, y este es uno de los tramos más peligrosos la avenida Libertador.  Pero es a partir de las 6 de la tarde cuando el servicio comienza a disminuir  por el tema de la inseguridad.

Y si bien esta medida la tomaron para no arriesgar la vida que Dios les dio, parafraseando la canción Alán García de Rubén Blades, quien sale perdiendo en todo este cuento es el pasajero que se ve obligado a tomar otras alternativas.

“El problema es cuando salgo de la universidad. La parada en la avenida Urdaneta está sola y las camionetas tardan mucho en pasar. A veces tengo que irme en mototaxi y cuando no tengo dinero es un karma movilizarme. Los choferes no quieren trabajar en las noches”, manifestó Luisa Castro, una de las tantas usuarias.

Pero así como los que ruletean de día tienen su rosario de penas, el que se atreve salir en la noche lo hace a todo riesgo.

“Solo un loco lo hace, es por pura necesidad… A veces uno lleva las puertas cerradas y los motorizados se atraviesan para robar. La gente dice que uno es cómplice, ¿pero cuando nos dan un tiro seguimos siendo cómplices?”.

Así se expresó Hernán Verdú, fundador de la línea Guerreros Nocturnos, una de las pocas que trabaja en un barrio durante la madrugada.

La ruta que hace va por toda la vía principal de Gramovén, en Catia. En el caso de Verdú, él desde hace un tiempo sale a las 4 am, pero del grupo de 18 conductores, hay dos que apagan los motores cuando Hernán los enciende.

“Antes éramos más los del turno de la madrugada. Ahora como dije es una cuestión de locos. Pero uno piensa en las personas, no todo el mundo tiene 300 o 400 bolívares para pagar una carrera. Por eso se presta el servicio. También somos del barrio y tratamos de no dejarnos someter. A la gente solo le queda arriesgarse”, sentenció.


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