Colectivos secuestran tres jeep al mes en Boquerón

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La mañana de este martes hallaron el cadáver quemado de un transportista, en el barrio Nuevo Horizonte de Catia. Sus compañeros protestaron en la avenida El Cuartel

Yohana Marra/@yohanamarra

Caracas. Acostumbrados a los secuestros de los jeep los transportistas esperaron que su compañero Alexander Medina, de 28 años, apareciera, como había pasado con el resto en otras oportunidades. No pensaron que lo encontrarían muerto y quemado en el sector La Playa de Nuevo Horizonte, la mañana de este martes.

Por eso los choferes de la Línea Unión de Conductores Santa Cruz-Mario Briceño protestaron en la avenida El Cuartel de Catia, cansados de tantos robos y secuestros en las unidades.

Pocos fueron quienes se atrevieron a revelar su nombre o rostro a la prensa, en vista del miedo que le tienen a los grupos armados que controlan la zona. Sin embargo, extraoficialmente denunciaron que en lo que va de mes los colectivos les han quitado tres rústicos para pedirles rescate y han perdido la cuenta de los atracos.

Pedro Arima, compañero de la víctima, comentó que era avance desde hace dos años en la ruta Boquerón-Cruz Alta-Cruz Baja-Mario Briceño y lo reportaron desaparecido desde las 10:00 pm del lunes. Como situaciones parecidas han ocurrido muchas veces pensaron que soltarían a Alexander con vida más tarde y no que encontrarían su cadáver quemado a pocos metros de la unidad, que estaba intacta.

Se conoció extraoficialmente que los antisociales se montaron en el jeep haciéndose pasar por pasajeros hasta el sector La Cruz, donde se revelaron y sacaron a Alexander del camino habitual. Esta es la modalidad que suelen aplicar para someter a los choferes.

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La PNB inició mesas de trabajo con los afectados, para intentar frenar la inseguridad. Cortesía @SandovalCesarR

Aplique de grupos armados

La manifestación duró alrededor de una hora, pues los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) les ofrecieron mesas de trabajo para intentar controlar la inseguridad. Además el ambiente estaba un poco tenso bajo la mirada oculta de colectivos; vecinos hacían comentarios en voz baja, casi para que nadie viera que estaban hablando con periodistas.

Los transportistas señalaron que recientemente tuvieron que cancelarles 80 mil bolívares a los grupos armados, por el rescate de una unidad, pues de lo contrario aparecería desvalijadas o correría peligro la vida del conductor.

Habitantes indicaron extraoficialmente que, barrio arriba, viven con el aplique de los delincuentes que mantienen el control, incluso más que los cuerpos de seguridad.


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