Compra y venta de divisas pasa del Dicom a mesas de cambio en la banca

BCV enfrenta problemas para “ejecutar” la última subasta de Dicom

El nuevo mecanismo deja atrás el sistema Dicom que regía desde enero de 2016 en el país. En los últimos años la oferta de divisas para personas naturales y jurídicas era escasa. El 2 de mayo el Dicom no vendió divisas a las empresas, solo a 248 personas naturales por un monto total de $54.461,66.

Caracas. El mercado cambiario migró a un nuevo mecanismo, de acuerdo con la resolución N° 19-05-01 del Banco Central de Venezuela (BCV) que circuló este lunes 6 de mayo. El Sistema de Divisas de Tipo de Cambio Complementario Flotante de Mercado (Dicom) pasaría a un esquema de mesas de cambio, en el que los operadores bancarios habilitados serán los encargados de la compra y venta de monedas extranjeras. Un sistema dirigido tanto a personas naturales como jurídicas.

Las instituciones bancarias autorizadas por el BCV “podrán actuar como operadores cambiarios en el sistema de mercado cambiario y pactar a través de sus mesas de cambio, entre clientes de esa institución, o en transacciones interbancarias, operaciones de compra y venta de monedas extranjeras por parte de las personas naturales y jurídicas del sector privado mantenidas en el sistema financiero nacional o internacional, así como por los organismos internacionales, las representaciones diplomáticas, consulares, sus funcionarios y los funcionarios extranjeros de organismos internacionales acreditados por el Gobierno nacional”.

Según el artículo 2 del documento las operaciones que resulten de las mesas cambiarias serán reportadas diariamente al BCV. Además, sostienen en el artículo 3 que a diario se publicará el tipo de cambio promedio, en la página web del máximo órgano bancario, que resulte de las transacciones.

El economista Asdrúbal Oliveros dijo en sus redes sociales que la medida llega en un momento en que el sistema financiero venezolano “está seriamente afectado por la agresiva política de encaje, el marco regulatorio, la hiperinflación y la depresión de la economía”, en ese sentido, agrega que la banca enfrenta “limitaciones para operar vía los bancos corresponsales, producto de las sanciones y la elevada corrupción”.

“Las operaciones que implican compra-venta de divisas por parte de actores venezolanos son objeto de una exhaustiva revisión, haciendo engorroso y lento un proceso normal en cualquier parte”, explica en la red social Twitter.

El 17 de abril Estados Unidos a través de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) sancionó al BCV. Una medida que restringe las transacciones en divisas desde y hacia ese país. Las mesas cambiarias dejan atrás el sistema Dicom que regía desde enero de 2016. En los últimos años la oferta de divisas para personas naturales y jurídicas era escasa. El 2 de mayo el Dicom no vendió divisas a las empresas, solo a 248 personas naturales por un monto total de $54.461,66.

Los bancos venezolanos y sus corresponsales son, en extremo cuidadosos, con dar luz verde a operaciones de compra-venta de divisas, y cuando las operaciones son iguales o superiores a $10.000 (normal para cualquier empresa) es mucho peor. De esta manera (mesas de cambio), si bien se da más autonomía a las operaciones entre privados, y se gana en transparencia; la dinámica de sanciones y crisis diluyen los potenciales beneficios que está medida puede traer, cualquier esquema cambiario en este contexto país, es altamente ineficaz”, advierte Oliveros.

El especialista recomienda al sector privado revisar el nuevo esquema, que a su criterio “le daría transparencia y legalidad a las operaciones cambiarias”, así como a tener cuidado con las contrapartes en la compra-venta de divisas, dado “el entorno de riesgo” que existe en Venezuela.

“En la medida que este esquema gane profundidad, puede generar un tipo de cambio resultante más creíble y robusto; restando peso al mercado paralelo. De hecho este esquema es una competencia importante para las operaciones cambiarias del segmento corporativo que posee grandes volúmenes”, añade.

En Venezuela rige un control cambiario desde 2003 que llevó a aflorar un mercado negro. Pese a las flexibilizaciones que mantiene el gobierno de Nicolás Maduro desde 2018 en política cambiaria, todavía existen restricciones y desconfianza entre la población a la hora de transar en divisas. La tasa oficial se mantiene este 6 de mayo en 5200 bolívares, mientras que la paralela se encuentra en 6011 bolívares, una diferencia de 15,59 %.

Para el economista el mercado paralelo continuará siendo relevante en operaciones de menudeo y montos bajos, “que no serán atractivos para la banca dado los elevados costos operativos que supone”. “Otro tema clave de la resolución del BCV es que los pocos bancos con estructuras sólidas de corresponsales son los que van a concentrar el grueso de la liquidez. Es decir, un mercado más asimétrico aún”.


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