Comunidad del Bajo Caura denuncia desaparición de dos líderes indígenas

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Familiares de los dos hermanos de la comunidad jivi apuntan que desaparecieron hace un mes en la mina El Silencio, en el municipio Sucre, del estado Bolívar.

Desde hace un mes, la comunidad jivi del Bajo Caura, en el estado Bolívar, busca a dos hermanos que desaparecieron en la mina El Silencio, en el municipio Sucre de la entidad.

Hasta ahora no saben los detalles sobre la última vez que vieron a los dos líderes indígenas. Y la comunidad teme lo peor: que la violencia armada en las zonas en donde crece la minería ilegal haya sido la causa de la desaparición.

Nelson Pérez, capitán general jivi de la comunidad del Bajo Caura, a través de la organización de vigilancia de derechos indígenas Kapé-Kapé, fue quien hizo pública la situación.

“Es cierto que llegó la minería ilegal a nuestro territorio, pero no estoy de acuerdo con la práctica porque ahora tenemos que enfrentarnos con los grupos violentos que son un peligro. Exigimos respeto a nuestros territorios y que no se viole nuestro derecho como pueblos originarios (…) por eso exijo a las fuerzas de seguridad del Estado que se aboquen de forma inmediata a la búsqueda de estos dos hermanos que se encuentran desaparecidos desde aproximadamente un mes, no tenemos ninguna noticia de ellos”.

Recordó que en agosto de 2018 la actividad minera ilegal dejó víctimas en la zona: seis personas, entre las que estaban el cacique del asentamiento La Felicidad y su hijo, murieron en un enfrentamiento entre pandillas por el control de las minas.

Comunidades amenazadas
Pérez afirmó que la conflictividad minera (que ha alcanzado tanto al municipio Sucre, como a Piar, Roscio, El Callao y Sifontes), y la presencia de pandillas mantienen en zozobra a las comunidades indígenas.

Hemos abogado por el funcionamiento de la mina y, por otra parte, también hemos solicitado que se controle la actividad de bandas mineras armadas en esta zona y el resto de los yacimientos mineros del estado, especialmente en aquellos donde comunidades indígenas enteras están a merced de estos grupos.

Este año, la Fuerza Armada también ha sido responsable de muertes de indígenas en Bolívar. Entre el 22 y el 24 de febrero, para el que estaba prevista la entrada de la ayuda humanitaria por la frontera con Brasil, cuatro pemones de Kumarakapay (en el sur) murieron baleados, al igual que tres criollos, en una protesta que reprimió el Ejército. El Ministerio de Pueblos Indígenas no ha dicho nada al respecto.


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