Comunidades indígenas en riesgo por cierre fronterizo en Zulia

Indígenas Wayúu y Añú tardan hasta cinco horas para pasar por el corredor humanitario. Denuncian que el desabastecimiento de alimentos es cada vez más agudo en esa zona

Redacción Crónica.Uno

Caracas. Desde que el Presidente de la República Nicolás Maduro cerró el paso de la frontera colombo-venezolana por Paraguachón en el Zulia, extendió el estado de excepción y ahora 10 de los 21 municipios de la entidad están en esa condición, las comunidades indígenas Wayúu y Añú deben esperar hasta cinco horas para poder trasladarse por el corredor humanitario entre un país y otro, y sufren el desabastecimiento de alimentos, informó Amnistía Internacional en un comunicado.

La periodista Wayúu de Fe Alegría y Vocera del Comité de Derechos Humanos de la Guajira, Sailyn Fernández, denunció que “las personas pertenecientes a las etnias indígenas deben esperar más de cinco horas para transitar por el corredor humanitario instalado para que puedan movilizarse de un país a otro. Algunos deben pasar la frontera de Venezuela hacia Colombia y viceversa por compromisos laborares, escolares y hasta por problemas de salud, pero se les ha hecho muy difícil después del cierre de la frontera”.

Fernández, también aseguró que los indígenas para movilizarse se ven obligados a usar las trochas o caminos verdes, que son zonas que no tienen vigilancia ni ningún sistema de seguridad ciudadana, y que a veces deben pagar 200 bolívares por persona cada que las usan. Además indicó que solo en la zona de la Guajira existen al menos 15 trochas.

Esta situación se presenta aunque el Mandatario hizo una excepción de libre tránsito para las comunidades indígenas por los municipios zulianos y hacia Colombia, ya que por sus creencias ancestrales las fronteras no existen.

Sin embargo, las condiciones reales que esas comunidades merecen no son las que actualmente se viven en esa zona fronteriza.

Por su parte, Lisseth Mogolllón, abogada e integrante de la Comisión para los Derechos Humanos del estado Zulia, denunció que “el desabastecimiento de alimentos en la Guajira es un problema muy agudo que las autoridades aún no han podido resolver”. Para solventar ese problema las comunidades tienen la costumbre de intercambiar con sus hermanos animales por comida.

Amnistía Internacional informó que hasta la fecha no se han reportado oficialmente violaciones a los derechos humanos contra estas comunidades, pero gracias al estado de excepción, están en riesgo muchos de sus derechos, lo que destruiría su manera de vivir.


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