Condiciones electorales de comicios del 22 de abril no son ni la sombra de las del 6D

Elecciones de Alcandes 2017,

Aunque Nicolás Maduro aseveró que se trataba del “mismo” CNE y las mismas garantías, los lapsos para inscribirse en el Registro Electoral, hacer primarias o informar a los electores fueron reducidos drásticamente.

Caracas. “Son las mismas condiciones electorales [que el 6D]”, esa fue la afirmación del presidente Nicolás Maduro este miércoles, cuando propuso a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) adelantar las elecciones parlamentarias —y las de concejos municipales y consejos legislativos— para realizarlas en conjunto con las presidenciales, convocadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para el 22 de abril.

Las condiciones en que se harían estos comicios para renovar la Asamblea Nacional (AN) —ahora de mayoría opositora— y los que se hicieron en 2015 —cuando estaba dominada por el chavismo— son, sin embargo, radicalmente diferentes. En primer lugar, las “megaelecciones” planteadas por el mandatario se harían cuando a los parlamentarios les queda más de año y medio de su periodo constitucional, sin que medie ninguna razón legal o constitucional para el adelanto de los comicios.

Con esta decisión el Presidente da un golpe y va a disolver a la Asamblea Nacional, indicó Griselda Colina, directora general del Observatorio Global de Comunicación y Democracia.

La premura y el recorte de lapsos y auditorías, con respecto a 2015, es evidente cuando se revisa el cronograma de hace tres años. En aquella oportunidad la convocatoria de los comicios se hizo el 22 de junio, con más de 5 meses de antelación, lo que le permitió al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) hacer elecciones primarias 6 días después del anuncio. Por su parte, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) realizó primarias el 17 de mayo, antes de que se hiciera la convocatoria formal de los comicios.

En esta ocasión, los comicios parlamentarios serían convocados con menos de dos meses de antelación, lo que haría técnicamente imposible que ninguno de los dos bandos realice primarias para escoger a más de 2000 candidatos, si se considera que también se eligen las cámaras municipales y estadales.

No hubo tiempo para campaña, ni primarias, ni va a haber para cumplir la paridad de género que se realizó en 2015. Esa elección se hizo con sufriente tiempo, como cualquier elección normal, indicó el asesor electoral Félix Arroyo.

Una de las grandes diferencias está en el operativo especial que se desplegó en 2015 para asegurarse de que todos los venezolanos que cumplieran 18 años edad, hasta el día de la elección, pudieran votar. Hace tres años, el despliegue duró 118 días y fueron habilitados 1568 puntos en todo el país, esta vez duró apenas 10 días dentro de Venezuela y 15 para los venezolanos residentes en el exterior. El CNE indicó que se abrieron 531 puntos, sin embargo, Arroyo y el Observatorio Electoral Venezolano (OEV) han denunciado que muchos de estos fueron ubicados en sitios favorables al PSUV.

El registro no ha estado abierto a todo el mundo, hay muchas máquinas itinerantes, se van a sitios que favorecen al PSUV, como las comunas, denunció Arroyo.

Otra gran diferencia será el tiempo del que dispondrá el propio CNE para promocionar e informar sobre los comicios. En 2015 el ente contó con 168 días para su campaña institucional, esta vez, el número será inferior a los 60 días. En la campaña electoral la diferencia es menor, pues se pasó de 21 días en 2015 a 17 ahora —lapso establecido en el actual cronograma de las presidenciales— pero el organismo contó con casi el triple del tiempo para informar a los electores y los partidos pudieron dar a conocer su oferta con las elecciones primarias que realizaron antes de la campaña formal. “Todos los tiempos están recortados”, indicó Arroyo.

El técnico agregó que se eliminaron algunas auditorías como la de la tinta indeleble y la del Sistema de Información al Elector (SIE), debido a que estos procesos fueron removidos del sistema de votación, mientras que se redujo el tiempo de otras. No obstante, consideró que los controles técnicos que permanecen permiten garantizar que no se realice un fraude electrónico durante los comicios.

Considero que debe haber una protesta masiva, pero votando, si no es así no tiene sentido. Si salen 10 millones a votar, tú puedes contabilizar que fueron 10 millones. Si permiten estas auditorías no te van cambiar el voto porque puedes comparar el resultado con el acta de los testigos. Inventarán otra cosa, porque dudo que entreguen la presidencia, pero hay que ir, argumentó Arroyo.

Foto referencial: Francisco Bruzco


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