Conferencia Mundial por Venezuela recaudó 100 millones de dólares en ayuda humanitaria

Más de 60 países acudieron al evento organizado por los representantes diplomáticos de Venezuela designados por Juan Guaidó en Estados Unidos y la OEA. Los gobiernos de Reino Unido, Alemania, Países Bajos, Taiwan, Canadá, Estados Unidos y Argentina hicieron donaciones que se traducirán en alimentos y medicinas. Luis Almagro sentenció: “Esto es un paliativo pero la mejor ayuda humanitaria para Venezuela es la salida de Maduro”.

Caracas. Durante cuatro horas representantes de 60 países del mundo, diversas ONG y empresas privadas de la región escucharon las exposiciones de tres paneles de expertos venezolanos, latinoamericanos y estadounidenses que expusieron los matices de la crisis humanitaria compleja que vive Venezuela.

Se trató de la Conferencia Global sobre la Crisis Humanitaria en Venezuela, realizada este jueves en la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Washington, bajo el auspicio del secretario general del organismo, Luis Almagro.

La conclusión del encuentro fue alentadora para quienes impulsan la asistencia urgente de miles de venezolanos en riesgo de morir por falta de alimentos y medicinas: donativos conjuntos por más de 100 millones de dólares.

El anuncio lo realizó el coordinador del Grupo de Trabajo de la OEA para los migrantes y refugiados venezolanos, el exalcalde y desde el pasado miércoles directivo de Pdvsa, David Smolansky, a mitad del encuentro:

Solo en este evento se han comprometido más de 100 millones de dólares en ayuda humanitaria para el pueblo de Venezuela. Recursos que serán usados única y exclusivamente para alimentos y medicamentos que puedan ingresar al país. Gracias a las naciones que se han comprometido con esta ayuda, gracias a los países que apoyan con logística y a los que están recibiendo a los migrantes, dijo Smolansky.

La ayuda provendrá concretamente de las delegaciones de Reino Unido, Alemania, Países Bajos, Taiwan, Canadá, Estados Unidos y Argentina, cuyos representantes ofrecieron breves discursos, todos con tres elementos coincidentes: reconocer las graves dimensiones de la crisis humanitaria venezolana, condenar la negativa de Nicolás Maduro a permitir el ingreso de insumos y reconocer en la Asamblea Nacional y en Juan Guaidó la oportunidad de Venezuela para superar la crisis.

Crisis en números

Foto: cortesía José Manuel Olivares

El evento —que puede ver completo aquí— fue abierto por el representante diplomático de Venezuela en Estados Unidos, Carlos Vecchio y el representante especial de Venezuela ante la OEA, Gustavo Tarre Briceño, ambos designados días atrás por Guaidó y avalados por el Parlamento.

Esto va para la gente que necesita comida y medicina. Venezuela tiene 87 % de pobreza. Si la usurpación continua en Venezuela esto será mucho peor y generará mucho riesgo no solo en Venezuela sino en toda la región. Esta crisis no la provocó un desastre natural, es creación de un régimen y un sistema impuesto por la dictadura usurpadora, dijo Vecchio.

Tarre, por su parte, indicó que la ayuda que requiere Venezuela tiene dos características: “Es urgente y puntual. Urgente porque cada día de espera supone más hambre. Puntual, porque no es para siempre. Lo que requerimos es aliviar de inmediato el sufrimiento mientras reconstruimos un aparato productivo devastado por la corrupción y el aparato ideológico”.

En el primer panel participaron el diputado y médico, José Manuel Olivares (PJ), David Smolansky y el dirigente de VP y coordinador de la Oficina Internacional de Ayuda Humanitaria creada por Guaidó, Lester Toledo. Todos en el exilio por medidas de persecución en su contra en Venezuela.

Olivares ofreció a los asistentes un panorama resumido de la crisis:

Hoy tenemos más de 40.000 pacientes con cáncer sin quimioterapia; más de 70.000 pacientes de VIH que no tienen antirretrovirales; 98 % de escasez en medicamentos para enfermedades neurológicas; 70 % de escasez en antihipertensivos; 82 % de escasez de antibióticos. El año pasado tuvimos que haber operado 2500 niños con patologías cardiológicas y solo se operaron 200; y 68 % de los quirófanos de nuestro país están inoperativos.

Smolansky tildó de “dantescos” los testimonios y la situación de los migrantes venezolanos. Indicó que el Grupo de Trabajo ha identificado cuatro principales razones de los migrantes para irse: la falta de medicinas y alimentos, la violencia generalizada, la violación sistemática de los Derechos Humanos y la persecución política, y el control social instalado por el gobierno de Maduro a través de las cajas de Clap o del carnet de la Patria.

La crisis ha generado unas consecuencias para migrantes y refugiados similares a las de un país en guerra. Solo somos superados por Siria. Hay más refugiados venezolanos que sudaneses y somalíes en este momento, dijo. Precisó que de los 3.3 millones que se han ido del país, 1.1 millones están en Colombia, 700.000 en Perú, casi 250.000 en Ecuador, 200.000 en Chile, casi 100.000 en Brasil, 130.000 en Argentina. El 15 % de la población de Curazao es venezolana, lo mismo que el 10 % de la población de Aruba.

Toledo afirmó que la llegada de los primeros cargamentos de ayuda a Cúcuta y la entrega del primer donativo, la semana pasada, marcaron el inicio de un proceso irreversible y confió en que cuando llegue el 23 de febrero —fecha señalada para el ingreso de la ayuda al país— “los militares venezolanos dejarán pasar los insumos porque saben que eso es también para sus familiares”.

El magistrado Miguel Martín Tortabú, designado por la Asamblea Nacional en julio de 2017, también intervino para explicar los pasos jurídicos dados por los magistrados en el exilio para presionar la salida de Maduro y el ingreso de ayuda humanitaria.

Impacto regional

Foto: cortesía José Manuel Olivares

Se realizaron otros dos paneles. Uno de expertos en ayuda humanitaria, donde intervinieron la profesora Marianella Herrera, del Observatorio Humanitario de Salud, y Francisco Valencia, de Codevida, quienes presentaron los datos más resaltantes de la Encovi 2017, que muestran en números la magnitud de la crisis, y aportaron sensibles testimonios de su alcance.

El otro panel lo conformaron viceministros de Salud de la región. En este grupo intervinieron el ministro de salud de Panamá, Miguel Mayo; Wanderson Oliveira, ministro de salud de Brasil; Iván González, viceministro de salud de Colombia; y Alex Azar Second, secretario de salud de Estados Unidos.

Estos funcionarios presentaron una radiografía del impacto sanitario que ha tenido en la región la migración masiva de venezolanos, causando estragos los servicios de salud locales, sobre todo en la frontera colombo venezolana y brasilero-venezolana. Se refirieron a la irresponsabilidad de Maduro y sus colaboradores al suspender la emisión de los boletines epidemiológicos y denunciaron el resurgimiento de enfermedades erradicadas o controladas en el continente como sarampión, paludismo y malaria.

Luis Almagro cerró la conferencia con un llamado urgente a los gobiernos de la región a concertar acciones diplomáticas y políticas que permitan la solución definitiva a la crisis:

“Todo lo que hacemos hoy aquí es un paliativo para una situación absolutamente cruel. Es inmoral que una dictadura pueda hacer tanto daño a tanta gente. La ayuda humanitaria que más precisa Venezuela es un cambio de régimen, es la salida de la dictadura usurpadora. Tenemos que apoyar el proceso de transición democrática bajo el liderazgo de Juan Guaidó. La solución que precisa Venezuela es el fin de la dictadura usurpadora, esa es la principal ayuda humanitaria que necesita el pueblo de Venezuela”.


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