El problema, según el investigador Hernán Matute, se dejó correr y no se visibiliza, cuando es alarmante la situación: de cada 100 consumidores, 96 % se inicia entre los 11 y 25 años.

Caracas. En 31 universidades del Área Metropolitana de Caracas, sondeadas por la Cátedra Libre Antidrogas (Cliad), hay consumo y microtráfico de drogas interno, con cadenas de comercialización bien definidas, consolidadas y en franca expansión y proyectividad.

Ese es uno de los resultados que demostró el profesor Hernán Matute Brouzés, fundador y coordinador de la cátedra del Instituto Pedagógico de Caracas (IPC), adscrito a la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), luego de realizar un monitoreo entre enero y abril de este año en 31 instituciones universitarias públicas y privadas.

Matute Brouzés, preventólogo y catedrático, indicó que hace falta un Plan Estratégico que se aplique con seriedad, permanencia y de continuo en el ámbito de la educación superior, que nos permita afrontar la problemática del consumo de la manera más adecuada. En cambio, se actúa de manera epiléptica, circunstancial (reactiva), y sin el apresto pertinente. Las universidades son tierra de nadie, vulgares nichos de impunidad, y las drogas, su consumo y tráfico las penetró sin ninguna contención, y su crecimiento y consolidación ya están por encima de los estándares internacionales.

En 24 de los 31 centros sondeados, dijo el investigador, no hay contención, ni prevención y menos una estructura interna dedicada a la información, orientación, acompañamiento.

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Ante casos de sobredosis, alertó que solo la Universidad Central de Venezuela (UCV) podría actuar y atender a la persona afectada, gracias a que cuenta con las facultades de Farmacia, Medicina y el Hospital Clínico Universitario. Las restantes 30 carecen de ellos y también de “atención primaria”.

El problema de la droga, según el investigador, se dejó correr y no se visibiliza, cuando es alarmante la situación: de cada 100 consumidores, 96 % se inicia entre los 11 y 25 años.

Pero, explicó el profesor, entre los 18 y 25 años 70 % se inicia en esta etapa, que es cuando están en el período universitario.

En Venezuela siempre se pensó que la prevención debía concentrarse en los liceos y en la etapa primaria y se descuidó mucho a la estructura superior, cuando el vendedor de drogas va a focalizar la venta es en ese grupo. Por tanto ahí tenemos que reformar la prevención.

Además, acotó, la violencia interna, robos, hurtos, violaciones y otras modalidades delictivas tienen un componente preocupante y expansivo vinculado con el consumo y venta de drogas dentro de las universidades.

No obstante, consideró que todavía se puede actuar y recuperar esos espacios en pro de garantizar la vida, salud, seguridad, sueños y futuros de los universitarios y recuperar la dignidad de nuestras casas de estudios superiores.

¿Cómo?

*Articulando esfuerzos, multiplicando y diversificando los abordajes preventivos juntando propuestas tanto del área pública, como del área privada; invirtiendo en prevención dentro de las universidades; utilizando los diseños curriculares para incorporar asignaturas obligatorias y/o electivas (optativas), o desarrollando la prevención a través de: actividades de extensión, servicios comunitarios, labor social, actividades complementarias, etc.

*En los Cursos de Iniciación Universitaria, propedéutico, debe trabajarse con información de entrada sobre la problemática de las drogas. Pues la “percepción de riesgo”, en los jóvenes universitarios es una de las más bajas del mundo.

*Urge darle cumplimiento a lo dispuesto en nuestra Ley de Drogas acerca de la creación de Asignaturas de Prevención en los Niveles de Básica, Bachillerato y Universitaria.

 

Foto referencial: Archivo Crónica.Uno


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