Los vecinos piden al gobierno regional y nacional que den atención a las zonas vulnerables, no olo con la reubicación en nuevas viviendas sino también en las áreas de salud.

Valencia. Al menos ocho familias han tenido que abandonar sus viviendas en el sector La Montañita de Isla Culebra, municipio Los Guayos, al oriente de Carabobo, porque el Lago de Valencia los obligó a esta decisión cuando sus aguas alcanzaron sus hogares hace tres semanas.

El panorama es desolador, los afectados, en un intento de salvar lo poco que les queda, optaron por desprender los techos de las viviendas para improvisar una nueva en la misma zona, apenas se alejan pocos metros del alcance del agua que está tupida por bora.

Carlos Peña tiene más de 30 años viviendo en el sector La Montañita, comentó que nunca imaginó que el agua del Lago —que los proveía de pescado para alimentarse— los llevaría a vivir horas de angustia ante la llegada del temporal de lluvia.

Nos fuimos acostumbrando. Cada vez veíamos más cerca el agua a nuestros terrenos de siembra, después a escasos metros de los patios traseros, ahora ya el agua se llevó todo. Nos llevamos los techos de nuestras casas para poder salvar aunque sea algo, contó mientras retiraba las laminas de zinc bajo el sol inclemente.

En cuatro años, el Lago de Valencia se ha llevado en su paso unas 150 infraestructuras entre viviendas y fincas en Isla La Culebra.

Agua sin provecho

Isaac Pérez Junis, coordinador político de Voluntad Popular en Carabobo, manifestó que el cuerpo de agua pudo ser utilizado como sistema de riego para la tierra fértil, y así bajar el nivel de la cota. Son más de 2000 hectáreas de siembra que se han perdido por la falta de la operatividad de la planta de tratamiento de La Glorieta desde hace cuatro años.

Indicó que el trasvase que lleva el agua del Lago de Valencia a Pao Cachinche también se encuentra en abandono. La cota de este cuerpo de agua ronda los 413 metros sobre el nivel del mar.

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Carreteras incomunicadas

No solo las zonas residenciales se han visto afectadas por la crecida del Lago de Valencia, las vías de comunicación también se suman a esta cuenta, entre ellas la carretera nacional Guigue-Valencia, justo en el sector Las Tiamitas, donde una piscina de agua natural impide el paso vehicular.

En este punto, jóvenes se inclinan por hacer pesca artesanal, lo peligroso es que son peces contaminados. La inocencia de estos menores de edad hace que consuman este alimento, que en algunos casos son vendidos como pescado merluza.

Los actos delictivos se hacen presentes: mientras se realizaba este recorrido, el equipo de Crónica.Uno evidenció un atraco. Se trató de vehículo tipo pick up que intentaba pasar el tramo repleto de agua, lo hacía de forma cuidadosa y a poca velocidad, lo que hizo más fácil la actuación de los antisociales, quienes despojaron a los tres ocupantes del vehículo de sus pertenencias.

El puente del Caño La Negra, ubicado por el sector Samán Mocho, colapsó un año atrás debido a que las aguas pluviales que desembocan en el Lago de Valencia socavaron sus bases, dejando incomunicadas a unas 2000 familias, quienes deben hacer grandes esfuerzos para trasladarse al casco central del municipio Los Guayos, pues deben cancelar hasta 1500 bolívares en mototaxi.

El clamor unánime de los vecinos que viven en zonas aledañas al Lago de Valencia es que el gobierno regional y nacional den atención a estas zonas vulnerables, no solo con la reubicación en nuevas viviendas sino también en las áreas de salud, piden fumigación para evitar brotes de Dengue, Chikungunya y Zika.

Fotos: Leomara Cárdenas


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