A Jorge Luis Infante, de 59 años, le mutilaron las piernas y lo quemaron. Su familia contó que robaron un televisor y varios bombillos de la vivienda; tenían cinco días que no lo veían.

Caracas. El pasado miércoles 13 de abril de la vivienda de Jorge Luis Infante Paredes emanaba un olor fétido que preocupó a los vecinos, entre ellos a su sobrina, Lisbeth Infante. Por eso ella acudió al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) a denunciar lo que sucedía y en compañía de varios funcionarios ingresó a la casa, donde lo hallaron muerto.

El cuerpo del hombre de 59 años se encontraba en el patio, mutilado en las piernas, decapitado y parcialmente quemado, además de en avanzado estado de descomposición.

Los uniformados no han encontrado su cabeza.

Lo poco que pudieron observar que robaron fue un televisor y varios bombillos, su familia desconoce qué otros objetos de valor tenía pues era un hombre muy reservado con su vida personal y recibía pocas visitas.

La casa se encontraba en completo desorden y la cerradura no fue forzada. Los vecinos del barrio Santa Cruz en Las Adjuntas no escucharon ningún ruido sospechoso desde el hogar de Jorge Luis ni vieron a alguien ingresar con él.

[irp posts=”37396″ name=”Descuartizamientos: mensajes del hampa a la impunidad (I)”]

Su sobrina lo vio por última vez el pasado viernes 13 de abril, cuando se lo encontró llegando a su casa. Generalmente, se topaban por el camino cuando regresaban del trabajo y en esas oportunidades era el único momento donde lo veía, por la actitud reservada de la víctima no compartían mucho.

Trabajaba como corredor de seguros y vivía solo. Sus parientes descartaron que tuviera problemas con alguien en la zona. Pidieron a los cuerpos policiales que los ayuden a localizar su cabeza y al mismo tiempo a los responsables del crimen.

Banda de mujeres asesinó a vigilante

Jorge Luis Castillo Delgado, de 29 años, recibió un tiro en la pierna y varios golpes con objetos contundentes cuando salía de su casa con destino al trabajo, el pasado miércoles 18 de abril a las 5:30 a. m.

Sus parientes se enteraron de lo que pasó porque los vecinos les avisaron. Cuando se trasladaron hasta el hospital Domingo Luciani, en El Llanito, ya había fallecido. Sin embargo, les informaron que antes de morir indicó que una banda de varias mujeres lo agredió para robarlo.

Le quitaron su celular, la cartera y hasta el bolso donde llevaba el almuerzo. Trabajaba como vigilante, desde hace un mes, en Los Cortijos.

Foto: Archivo


Participa en la conversación