Los habitantes del municipio Libertador de esa entidad marcharon contra la inseguridad y enviaron cartas a Miraflores, Vicepresidencia, gobernación oriental y alcaldía para que los proteja de este flagelo.
Hernán Lugo Galicia/@HLGNapita
Caracas. “Hijo, er diablo, esto no lo aguanta nadie”, expresa Yuri García, habitante de Tunapuy, estado Sucre.
Su pueblo, fundado el 24 de junio de 1754, por el padre Fray Manuel de la Mata, perdió hasta el significado indígena, “sitio de manantial”, y se ha convertido en una comunidad en “el infierno”, por culpa de la inseguridad.
Ya no disfrutan del atardecer en la plaza Bolívar, a pesar de ser capital del municipio Libertador y que debería contar de seguridad, porque los choros andan como pez por aquel río. Aún recuerdan que solo “La Palometa Peluda” los obligaba a encerrarse en sus casas para evitar que la picazón se les apoderara del cuerpo. El insecto, al rozar a una persona, produce alergias, ronchas, urticaria dérmicas, conjuntivitis y dolores de cabeza.
Hoy, La Palometa es la delincuencia que asalta, amenaza y no deja vivir a los orientales. Sin embargo, el sábado 16 de abril, los tunapuyenses se alzaron; salieron a las calles con la consigna por “Amor a Tunapuy” y efectuaron una asamblea, que adoptó varias resoluciones que, en las próximas horas, entregarán en Miraflores, la Vicepresidencia, la Gobernación de Sucre y autoridades municipales.
Los tunapuyenes exigen la presencia de la Guardia Nacional, la presencia de la Policía de Sucre, el alumbrado de las calles porque, según García, ni el alma en pena, ni La Sayona, salen por las noches, no solo por la oscurana, sino por el temor a que la asalten y le roben la pesadumbre, a la primera, y el llanto, a la segunda.
Crónica.Uno obtuvo una copia de la comunicación dirigida por los tunapuyeses al gobierno y la pública por su contenido, demandas y la preocupación por su seguridad.
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