El hurto de baterías de vehículos dentro de las residencias marca la pauta en la zona. En algunos casos, el hampa ha tocado la puerta en los apartamentos.
Caracas. Corría la 1:00 a.m cuando un muchacho tocó la puerta de un edificio de la urbanización Juan Pablo II de Montalbán. Un señor mayor, al verlo “bien vestido”, le abrió la puerta.
El joven, junto con otros tres compañeros, asesinó al hombre de 40 años, identificado como Ronald Perdomo, hijo del fallecido fotoperiodista, Enio Perdomo. Katherin Olmedo, vecina del sector, recordó que el suceso ocurrió el 5 de enero de este año. Una vez cometido el asesinato, el grupo de delincuentes ingresó al departamento para robar los objetos de valor.
Hace menos de dos meses, continúo Olmedo, varios antisociales irrumpieron en el último piso de su edificación, ubicada en Montalbán III, y robaron los artículos de valor de la familia que ahí residía. Desde entonces, empacaron en sus maletas lo poco que les quedaba para irse del país. El apartamento aún continúa a la venta.
La delincuencia se instaló, y aunque vecinos aseguraron que los hechos se han denunciado, no obtienen respuesta de las autoridades.
Pero los asaltantes no solo entran a los apartamentos. También sacan provecho de los estacionamientos al hurtar baterías y repuestos a los vehículos.
Carlos Zambrano, vecino de Montalbán II, dijo que los malhechores ingresan en horas de la noche a los estacionamientos de los edificios. Suelen tener acceso por las rejas que algún vecino despistado deja abiertas.
El robo de las baterías es algo de todos los días. Entre los vecinos hemos hecho convocatorias para tomar previsiones, pero son pocos los que asisten a las reuniones. Lo único que logramos fue que pusieran cámaras, que solo sirven para ver cómo roban los delincuentes, para más nada”, indicó.
De las pocas veces que ha visto los videos, quienes se encargan de cometer los asaltos trabajan en pareja o solos. Y aunque los residentes han visto cuando ocurren los hechos, prefieren no involucrarse.
El pasado 27 de marzo, Michael Abraham Alfonzo, de 27 años, fue asesinado mientras jugaba baloncesto en la residencia de la Misión Vivienda Venezuela “Juan Vives Suria”, en la urbanización Juan Pablo II de Montalbán.
Presuntamente, dos sujetos a bordo de una moto dispararon contra Alfonzo para robarle su celular y una tableta que el joven llevaba en su bolso.
[irp posts=”8217″ name=”Montalbán III: Territorio del hampa”]
Aunque vecinos optan por no asegurar nada, relataron que los índices delictivos de la zona aumentaron desde que los edificios de la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV) ubicada en Juan Pablo II fueron ocupados.
Precisamente en estas residencias, el 27 de junio de 2015 hubo un despliegue de la antes llamada Operación de Protección y Liberación del Pueblo (OLP). Para ese momento, el Ministerio de Interior, Justicia y Paz indicó que en el despliegue detuvieron a 68 personas, así como la confiscación de envoltorios de presunta droga.
Pese al operativo, los hechos delictivos continuaron en la zona, de acuerdo con Karina Piñango, quien reside en Montalbán III.
Quitan las bolsas de mercado. Los motorizados roban a cualquiera que vaya caminando. En el centro Comercial Caracas hurtan los carros mientras la gente hace la cola del banco”, aseguró la vecina.
De la mano con los policías
Debido al repunte de los hechos delictivos, tanto dentro como fuera de los edificios, vecinos se han reunido en múltiples ocasiones con funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas y la Policía Nacional Bolivariana para buscar soluciones.
Entre ambos crearon un grupo a través de la mensajería WhatsApp de modo que cuando ocurra algún hecho sospechoso los residentes den la alerta con la ubicación.
Gracias a medidas como esta, hace dos semanas los funcionarios detuvieron a dos mujeres que robaban en los cajeros automáticos de Bancaribe, ubicado en Montalbán III.
Los vecinos esperan que la iniciativa se mantenga y los hechos delictivos disminuyan.
Fotos: Luis Miguel Cáceres
Participa en la conversación