Delincuentes dejan sin comida y causan destrozos a un Simoncito y a un liceo público

Luego de violentar una ventana, antisociales cargaron con licuadora, microondas, platos, tazas, ollas, cubiertos, el mercado y hasta el grifo del fregadero del C.E.I Eduardo Oxford López, ubicado en Santa Mónica.

Este fin de semana los malandros también se metieron en el liceo Fray Pedro de Ágreda, ubicado en Los Jardines de El Valle. Destrozaron la red de eléctrica y dejaron medio plantel sin luz.

Caracas. Este año el robo de comida y de los utensilios de cocina ha marcado la pauta. Planteles públicos y privados no se han salvado de la acción hamponil. Los reportes extraoficiales dan cuenta de más de una docena de hurtos a instituciones educativas en el Distrito Capital.

Esta vez le tocó el turno al Centro Educativo Integral Simoncito Eduardo Oxford López, de la avenida Francisco Pimentel en Santa Mónica. Ahí los antisociales hicieron su agosto. La mañana de este lunes 3 de abril, la señora de mantenimiento y la cocinera se dieron cuenta y notificaron inmediatamente a la directora María Gabriela Estaba Quintero.

Los sujetos rompieron una ventana y entraron por ahí hacia la cocina. Se llevaron toda la comida y utensilios como ollas, calderos, microondas, licuadoras, cubiertos, platos, tazas, coladores, botes de basura y hasta las perillas del fregadero.

Este lunes la directora avisó a los padres para que enviaran a los niños con desayuno y notificó además que las clases serían hasta el mediodía porque no tenían cómo alimentarlos. El plantel ofrece desayuno, almuerzo y merienda a 127 niños, que están desde las 7:30 a. m. hasta las 3:30 p. m.

Los pequeños estuvieron jugando inocentemente en el patio, bajo la vista de sus docentes, mientras la directora hacía inventario de todo lo que hurtaron y se preparaba para ir a denunciar al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).

“Presumimos que sucedió entre la noche del sábado o la madrugada del domingo, porque cerca hay una cooperativa de mantenimiento que trabaja los sábados en el día y se hubiesen dado cuenta”, sostuvo Estaba.

En 2016 fueron víctimas del hampa en siete oportunidades y este año se trata de la segunda vez. Apenas fueron notificados, funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) acudieron al plantel a verificar la situación.

“Se llevaron cosas muy importantes para nosotros y además ocasionaron daños materiales. Todo lo que se llevaron lo usamos día a día para hacerle la comida a los niños y por eso nos afecta mucho”, detalló Estaba.

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La directora, quien tiene más de 20 años ejerciendo en la zona, sostuvo que la parte externa es muy insegura, sobre todo en el parque que tienen en frente, pues se comenten varios delitos. Tanto ella como el personal docente y administrativo han sido víctimas de arrebatos, lo que más sucede en la zona.

“Estamos pasando por una situación difícil y se están tomando medidas, se nos aprobó un dinero recientemente y esperamos que pronto podamos implementar seguridad privada”, sostuvo.

Exigió que se realice patrullaje nocturno, pues considera que a esas horas es cuando más se cometen robos.

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Los malandros se ensañaron con el Fray Pedro de Ágreda Este lunes también los alumnos —más de 1000— del liceo Fray Pedro de Ágreda, sumaron otra nota negativa a sus expedientes, y esta vez no fue por temas ligados a la indisciplina o la parte académica, sino a factores externos: el plantel fue saqueado por vándalos este fin de semana. Ubicado en la avenida Intercomunal de El Valle y con una tradición de más de 40 años, el liceo Fray Pedro de Ágreda, conocido como “el pollito”, se convirtió en la sopita de los delincuentes. Los profesores dicen que ya perdieron la cuenta de las veces que los han robado y de los destrozos causados en las instalaciones. El domingo comentaron que los delincuentes se ensañaron con el liceo. José Chacón, uno de los docentes, contó que desde 2015 se organizaron en mesas de trabajo para frenar la acción del hampa. Incluso en este liceo se instaló la Misión a Toda Vida Venezuela, “y nada que se le ha visto el queso a la tostada”. En esta oportunidad, la cantina fue saqueada. Los malandros destrozaron todos los equipos y a la nevera, propiedad de la encargada del servicio, le sacaron el compresor. En diciembre pasado también fue robada. Y ahora era que estaban tratando de ponerla al día. La mitad de la institución quedó sin luz, pues los malhechores se llevaron la red de cableado eléctrico, destruyeron lámparas, rejas y puertas. Además se llevaron las pocas herramientas que habían sobrevivido a otros hurtos. Luego del ataque de diciembre pasado, funcionarios de la PNB se comprometieron a enviar efectivos e incluso comenzaron a construir un módulo de seguridad en el área de las canchas. Hoy en día está solo el esqueleto. Iraida Román, coordinadora circuital, fue el único representante del Ministerio que hizo acto de presencia. Les dijo que levantaría un informe y que pasaría la información a los órganos competentes. También les adelantó que se organizaran en mesa y exhortó a que los muchachos retomen las actividades, que fueron suspendidas este lunes pues el plantel, además de quedar destrozado, tiene más de tres meses con los baños colapsados. “Hidrocapital, Fede y la Corporación de Servicios Municipales se han peloteado la situación. Los representantes tienen miedo de cerrar de nuevo la calle, pero haremos acciones para que nos escuchen”, dijeron los docentes.

Fotos: Yohana Marra, cortesía Darvinson Rojas