El 6D Venezuela votará para que esto termine. Habrá intento de fraude, intimidación. Maduro y sus cómplices se quedan solos. Sepan recordar esto al sufragar.
Omar Genovese/@genowitzky
Buenos Aires/Argentina. Según fuentes informales, Mauricio Macri ganó las elecciones con más de 12 puntos porcentuales de diferencia. En una jugada mágica, a partir de las 19:30 hs del domingo, la carga de los resultados en el sistema de escrutinio del Correo Argentino (controlado por el brazo fidelísimo de Cristina Fernández, léase, La Cámpora), volcó la elección hacia una diferencia de poco más del 3%. Todo por la ambición (bastante corta, por cierto) de la mandataria saliente por mantener poder puertas adentro del Partido Justicialista, como si los 8 gobernadores en mandato no hubiesen conspirado contra su candidato inválido, Scioli. Este escenario de trapisondas, mentiras, y manipulaciones hacia un futuro incierto, es una muestra amable de lo que puede ocurrir en Venezuela a principios de diciembre. El poder populista es capaz de cualquier cosa, incluso, de boicotear la transparencia de una elección con tal de conservar una fracción mínima, y hasta ilusoria, de poder.
La cuestión concreta: el 10 de diciembre el Frente para la Victoria pierde la presidencia, la gobernación de la Provincia de Buenos Aires, y cientos de municipios en todo el país (en general, reservorios del peronismo clásico). La derrota electoral entonces es para el peronismo, ése movimiento indiferenciado y polimorfo, capaz de vestirse de revolucionario como de neonazi, sin mediar palabra de aliento o caricia amorosa. Ustedes, venezolanos, se preguntarán si pueden replicar semejante escenario de cambio (y no lo digo por la alianza que triunfó en Argentina, Cambiemos, no es una referencia partidaria ni de marketing). Me refiero al cambio como suceso concreto en lo real. En este caso: que algo culmine. Por oprobioso, inútil, perjudicial y nocivo para la convivencia democrática de un pueblo. Más aún, si dicho sistema político admite la profusión de la violencia armada parapolicial, de manera intimidante, para sembrar terror, desconcierto y desconfianza en la población.
El presidente electo de Argentina, Mauricio Macri, prometió pedir ante el Mercosur la aplicación de la cláusula democrática. Esto significa que Venezuela puede quedar fuera del mercado latinoamericano, aunque el futuro del mismo sea bastante inútil y sombrío, ya que la decadencia económica de Brasil parece irreversible por efectos del populismo barato del otro sistema corrupto creado por un sindicalista ignorante llamado Lula Da Silva. Ocurre que Nicolás Maduro también es un sindicalista ignorante, y su entorno no es más que replicador de la delincuencia corrupta por la que se sustenta. El panorama para ellos, los chavistas, es menos que horroroso. Al pacto de Estados Unidos con Cuba, se agrega el pacto de regulación nuclear con Irán. Vale decir, el gobierno de Maduro se queda internacionalmente solo, abandonado. El Cartel de los Soles, generales narcotraficantes al mando de Diosdado Cabello, se las verá difícil para exportar la droga por canales efectivos. Sus proveedores, hoy mismo, están desconfiando de las “garantías” que ellos brindan. Por ejemplo, el arresto de los familiares de Maduro, dos jóvenes, transportando 800 kilos de cocaína en un barco de lujo, y su acusación formal como narcotraficantes en un tribunal de New York, parece que carece de importancia. Pero no. Es fundamental. Sin vías limpias, el proveedor narco no arriesgará su producto.
También es fundamental de qué manera la política exterior venezolana apoya a Estado Islámico. Sí, por más que Maduro vocifere que apoya a Putin y a Occidente en la lucha contra los terroristas, y a pesar de sus condenas contra los atentados de París, el Cartel de los Soles tiene vínculos con los fanáticos jihadistas. Por caso, no es extraño que mañana, miércoles 25 de noviembre, “el presidente Maduro” reciba al recién llegado jeque Tamim bin Hamad Al Zani, actual jefe absoluto de Qatar, emirato acusado por todo Occidente como principal fuente de financiamiento de Estado Islámico. La farsa mediática dice que va a discutir el precio del petróleo, ¿quién le cree? Está buscando apoyo para su grupo de fanáticos que, como uno de sus fines tiene aumentar el precio del crudo por fuerza del terror… Será cuestión de tiempo que Putin revise con quién trata Rusia, por caso, hoy mismo sufrió una puñalada por la espalda al ser derribado un caza en Siria por parte de dos aviones turcos. Y de inmediato acusó: “Turquía financia a Estado Islámico”. Y otro dato. Bielorrusia le debe a Venezuela millones de dólares de petróleo crudo exportado a precio vil, el negocio lo hizo el difunto Chávez, que benefició a los políticos de aquella distante nación que terminó revendiendo el producto a sus vecinos a otro precio, generando siderales ganancias. Maduro no reclama la deuda heredada, digamos que mira para otro lado. Puede ser que aquél pequeño estado vecino de Putin tenga datos precisos sobre el vínculo con los jidahistas. Todo puede ser, menos la capacidad de disimular sus actos, ni los de sus cómplices, pues son tan torpes y alevosos que pronto quedarán descarnados ante la realidad mundial. El régimen está cercado por su propia torpeza y la falta absoluta de política, al menos de una política coherente, que lo lleva al aislamiento y la propia condena.
A comienzos de diciembre, el pueblo venezolano votará para que esto termine. Habrá intento de fraude, intimidación, bravuconerías como las de Tarek William Saab, quien hoy declaró (como si fuera un canciller con plenos poderes, y es un vil gobernador barato de provincias): “Macri recibió órdenes de Estados Unidos para tratar de dividir el Mercosur. Le sugiero a Macri que se preocupe por gobernar para los argentinos, que se encargue de hacer una presidencia pacífica y tranquila”. El capo de la “mafia del polvo compacto” carece de entidad para señalarle a cualquiera, ya no al presidente electo argentino, cómo cruzar una calle o comer un guisado. Éste blanqueador de dinero del estado a través de empresas familiares, es un corrupto de toda laya. Sepa el pueblo venezolano que contra este tipo de sujetos debe votar, ellos y su sistema de saqueo del sistema de vida, por más precario que sea, que contribuye con trabajo e impuestos de personas reales, trabajadoras, sin incidencia alguna sobre el entramado político. El abuso que comete éste delincuente es un crimen de lesa humanidad: por cada góndola vacía, por cada medicamento o elemento fundamental que está ausente en el hogar, éste sujeto se enriquece sin importarle nada.
Maduro y sus cómplices se quedan solos. Falta que el pueblo venezolano los abandone, aunque amenacen con costos y represalias. Sin nada, serán menos que nada, como lo que son. Nadie resiste a la indiferencia ni al olvido, sepan recordar esto al momento de votar. Les mando un abrazo.
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