Deportados 1.113 colombianos sin derecho a chistar

En la frontera del Táchira, específicamente en el barrio La Invasión, han demolido cerca de 300 casas y deportado a más de 600 ciudadanos. La mayoría está en refugios habilitados en Cúcuta

Mabel Sarmiento Garmendia/@mabelsarmiento  

Caracas. Tras el despliegue de la Operación para la Liberación y Protección del Pueblo (OLP) y el Estado de Excepción decretado en el Táchira, han deportado 1.113 colombianos, según datos de Migración Colombia.

42 de esos ciudadanos llegaron este lunes en la tarde al vecino país pero desde Paraguachón, estado Zulia. En ese grupo dos niños fueron repatriados por no tener ningún tipo de documentación.

Los deportados que han atendido en Cúcuta denunciaron a la prensa local que en Venezuela quedaron 12 niños venezolanos, cuyos padres son colombianos.

También se informó que 249 menores están en los albergues de Villa del Rosario, Villa Antigua y La Parada en Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander y a unos 400 kilómetros al noreste de Bogotá,

Al respecto el gobernador del Táchira, José Vielma Mora, dijo este martes que no han dejado a ningún niño sin su hogar y que han resguardado el derecho de todas las familias. “El que se va, se va con todo”, señaló.

Vielma Mora comentó que hasta el momento 1.535 ciudadanos colombianos han decidido regresar a su país por su propia voluntad. “Estos ciudadanos son montados en un vehículo TransTáchira, llevados hasta la mitad del puente y recibidos por autoridades colombianas”, recalcó.

Destacó que durante el proceso no ha habido ninguna persona agredida, ofendida, golpeada, ultrajada o herida por parte de las fuerzas militares y las fuerzas policiales.

Por los momentos la OLP está en el barrio La Invasión, en San Antonio. Ese poblado tendrá unos 10 años de fundado. Comenzó siendo casas de ranchos que a la vuelta de los años se convirtieron en estructuras sólidas.

Allí el gobierno venezolano, según cuentan vecinos que prefirieron permanecer en el anonimato, se instalaron las Bases de Misiones y se hacían operativos de Mercal. “Pero ahora de allí han sacado de todo, pertrechos militares, armas, han desarticulado bandas, casas de cita y se han llevado a un gentío detenido”, dijo un testigo.

300 casas de esa invasión consolidada fueron demolidas y más de 600 colombianos deportados.

Las viviendas que son revisadas por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) son marcadas con una letra “R” las que deben ser tumbadas con la letra “D”.

En Caracas están en vilo

Desde el 19 de agosto cuando el presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció el cierre de la frontera en el Táchira, comenzó el suplicio de muchos residentes no solo en esa zona, sino en la capital, donde ciertamente hay colombianos andando por allí incluso sin documento algunos.

“Dios, ahora ando asustada. Tengo que ir al Saime a revisar la solicitud de mi Visa y me da miedo, a ver si me ponen los ganchos y me deportan. Llegué aquí en el 88 y nunca había tenido tanto miedo, porque tengo mis papeles, pero lo que se está viendo es que  hasta a las personas que están legales las están maltratando. No me quiero ir. Aquí están mi hija y mi nieta, no las quiero dejar”, dijo una señora -oriunda de Cúcuta que trabaja en Caracas en el área de limpieza- casi con los ojos aguarapados.

Ese es el sentir quizás de muchas personas radicadas en la capital, de donde han deportado en el último mes a 30 colombianos. Muchos de ellos los sacaron durante el operativo de la OLP en la Cota 905.

Los familiares que quedaron en el barrio denunciaron maltratos y que incluso hay padres de familia que no han podido ver por sus hijos. Los casos fueron denunciados en la Defensoría del Pueblo, pero los afectados tienen miedo de sacar la situación a la luz pública.


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