Habitantes de la península de Araya, capital del municipio Cruz Salmerón Acosta, del estado Sucre, en el oriente del país, piden tanto al gobernador como al alcalde dejar “la guachafita” que tienen con la entrega de la lancha ambulancia tan necesaria para el traslado de pacientes al Hospital de Cumaná.
Cumaná. Jesús María Marcano, dirigente social de Araya, se ha convertido en el vocero de los peninsulares para solicitar una lancha ambulancia que hoy necesitan con urgencia.
Asegura que desde hace más de un año y medio han estado denunciando la falta de una unidad de este tipo porque “es una necesidad humana urgente para nuestros enfermos”.
Cuenta Marcano que juntos, comunidad, médicos, enfermeras y familiares de fallecidos han protestado en la calle por las penurias que padecen en la península de Araya y hasta la fecha, no han recibido respuestas ni del alcalde y menos del gobernador.
Debido a la presión mediática, el gobernador de Sucre, Edwin Rojas, envió a la península una delegación integrada por el exconstituyente Erick Mago, el alcalde de Cumaná, Luis Sifontes y la subdirectora del Hospital Universitario Antonio Patricio de Alcalá (Huapa) de Cumaná, para que averiguaran que estaba pasando en el Hospital Virgen del Valle de Araya.
La reunión entre los representantes de la comunidad y los trabajadores del centro asistencial fue para Jesús Marcano una oportunidad que no podía dejar pasar tras largas jornadas de protestas. “Allí expusimos todas las penurias que vienen padeciendo los habitantes de la península ante la falta de una lancha ambulancia, además de exigir la atención urgente a las carencias que presenta el Hospital de Araya”, sostuvo.
Y agregó: “Ya ha pasado un mes de esa reunión y aún estamos a la espera de soluciones. Aquí los problemas se han acrecentado. Seguimos igualitos, cuidadito y si no peor”, expresó Marcano.
El llamado a las autoridades
Desde hace 2 años y medio los peninsulares están esperando la lancha ambulancia.
“Nuestro llamado es al gobernador Edwin Rojas y al alcalde de Araya, Yhony Acosta, para que dejen la guachafita con la mentira que nos tienen con la lancha ambulancia”, dijo el dirigente social.
“Nuestros enfermos están muriendo al no ser trasladados a tiempo a la ciudad. No es posible que en pleno siglo XXI estén jugando con la salud de nuestro pueblo”.
Los familiares de los pacientes tienen que hacer malabares para costear el traslado de sus enfermos por la ausencia de una unidad de trasporte marítimo. “Tienen que trasladarse en los llamados ‘tapaítos’ sin mayor atención médica. En algunas ocasiones fallecen durante el viaje debido a que sufren complicaciones de sus patologías”.
A este drama también se suma el peregrinar de parturientas, que han perdido a sus bebés al no poder ser trasladadas a tiempo al hospital de Cumaná, dadas las carencias del centro de salud local.
Las autoridades están sordas y ciegas
Para el doctor Ascario Bravo, especialista en Salud Pública y exdirector del Hospital Virgen del Valle de Araya, las autoridades gubernamentales están sordas y ciegas.
“Por nuestra posición geográfica estamos rodeados de mar, pero pareciera que no se han dado cuenta. Necesitamos con urgencia la lancha ambulancia”.
Por ello, él también levanta su voz en la protesta de los pobladores de la península de Araya. “Sabemos el estado de la salud pública en el país y nuestro municipio no escapa de ello. Pero no contar con una lancha ambulancia empeora las condiciones de la salud pública de nuestra comunidad”.
No es sólo la lancha ambulancia —insiste— a esta necesidad urgente se añade la precariedad en la que se encuentra el hospital, “no hay insumos en el hospital, no hay insumos en los ambulatorios, no hay médicos, no hay enfermeras; personal médico imprescindible para la buena atención de los pacientes”.
El doctor Bravo destacó a su vez que hace tres años fueron removidos los médicos en Salud Pública que ejercían —él incluido— cargos de directores de hospitales y jefes de municipios. Resultaron sustituidos por médicos integrales comunitarios que, según denuncias del gremio, carecen de experiencia.
En casi todos los 15 municipios del estado Sucre sucedió lo mismo. “Es por ello que se ha descuidado la vigilancia epidemiológica”, sostuvo. “Todo ello aunado a la falta de equipos, vehículos para la fumigación y supervisión de los establecimientos de salud ha conllevado a la aparición de enfermedades como la malaria, dengue y hepatitis”.
Este déficit de médicos en los centros de la red primaria de atención es la razón por la cual hoy estas instalaciones se encuentran desasistidas.
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