Dos blanqueamientos coralinos masivos han menguado ecosistemas marinos

Dos blanqueamientos coralinos masivos han menguado ecosistemas marinos

Durante las últimas dos décadas se han registrado dos blanqueamientos atribuidos al cambio climático y a la acidificación de las aguas en Venezuela. Uno de ellos ocurrió en 2005 y el otro en 2010. Pero este último fue tan letal que produjo una elevada mortalidad, con un efecto agresivo en Los Roques, donde se redujo la cobertura viva de esos ecosistemas entre 40 y 45 %.

Caracas. Los efectos del cambio climático sobre los ecosistemas marinos costeros del país apenas se evidencian, pero en los próximos años podrían ser letales en las cuencas oceánicas del Mar Caribe y la fachada del Océano Atlántico, al este del país. El “Primer reporte académico de cambio climático de Venezuela” (Pracc), elaborado por la Academia Nacional de Ciencias Físicas, Naturales y Matemáticas, desentraña la huella del clima sobre los arrecifes de coral y las praderas de pasto marino; un tema ajeno a la vida urbana, pero que, a decir verdad, es parte del saldo negativo que deja la metamorfosis climatológica en las profundidades del mar.

El incremento sostenido de la temperatura de los océanos exhibe su marca en Venezuela, uno de los 10 países megadiversos del mundo. Las dimensiones de la fachada costera de la nación avalan el mérito. Con una longitud de 3964 km, de los cuales 814 km forman parte de la franja costera del Atlántico occidental y 2678 km la línea del Caribe, este sistema marino es, si se quiere, la joya de la corona en la región.

En Venezuela, la mayor franja de arrecifes continentales del país se encuentra localizada en Morrocoy, en Falcón, y en los estados Carabobo y Aragua, donde se ubican los parques San Esteban y la Ciénaga de Ocumare, respectivamente. Pero las formaciones naturales le toman el pulso al océano.

“El Primer reporte académico de cambio climático”, auspiciado por la Embajada Británica en Caracas, advierte que entre los principales problemas detonados por la variación del clima se cuentan la acidificación de los océanos y el incremento de la frecuencia de eventos extremos como ciclones, que impactan los hábitats costeros.

Los científicos enfatizan que el aumento de la temperatura de las agua repercute negativamente en los arrecifes de coral; ecosistemas que han sido embestidos por enfermedades que producen cambios en sus estructuras y que favorecen el crecimiento de algas tóxicas.

El informe acota que el blanqueamiento, que es descrito desde el punto de vista científico como la disrupción de la simbiosis de los organismos que habitan los corales, es desencadenado por el calentamiento anormal de las masas de agua.

Hace más calor

El Pracc fue desarrollado con el objetivo de conocer el estado de las evidencias científicas sobre el cambio climático en el ámbito nacional, para construir sobre esa base lineamientos para políticas públicas climáticas, así como para sensibilizar a la población venezolana sobre la necesidad y urgencia de este tipo de información.

Entre las consecuencias estimadas para Venezuela atribuibles al cambio climático, el Pracc reporta el posible aumento de la temperatura media de 1°C a 4°C y la disminución de las precipitaciones entre 10 % y 23,5 %; el aumento de la pobreza al afectar la disponibilidad y calidad de los recursos hídricos, la pérdida de ecosistemas naturales y afectaciones a la agricultura y ganadería.

Para el capítulo de “Ecosistemas marino costeros” fueron examinados 30 trabajos en los que se evaluó explícitamente los efectos del cambio climático sobre ecosistemas marinos costeros de Venezuela para un período particular. Del total de estudios encontrados, en 48 % se afirma que el cambio climático tiene algún efecto sobre los ecosistemas, el resto los supone.

En Venezuela, la mayor franja de arrecifes continentales del país se encuentra localizada en Morrocoy, en Falcón, y en los estados Carabobo y Aragua

Impacto ambiental 

Un caso que suscribe un capítulo casi inédito en torno a la pérdida de cobertura coralina, fue la mortalidad masiva registrada de los arrecifes del Parque Nacional Morrocoy en 1996. Aquel evento, que diezmó los arrecifes, fue adjudicado por los científicos al enfriamiento de las aguas.

Pero ese hecho, ocurrido hace 22 años, no es un evento aislado. Durante las últimas dos décadas se han registrado dos blanqueamientos masivos. Uno de ellos en 2005 y otro en 2010. Pero este último fue tan letal que produjo una elevada mortalidad, con un efecto más agresivo en Los Roques, donde se redujo la cobertura viva de esos ecosistemas entre 40 y 45 %.

Ambos períodos fueron reconocidos como los más calientes en las últimas décadas por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, la agencia científica del Departamento de Comercio de los Estados Unidos. En la mayoría de los casos, los biólogos vinculan la causa de los blanqueamientos con períodos prolongados de calentamiento atípico de las aguas.

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Otro evento extremo que, sin saberlo el común de la población, reconfiguró las características físico-químicas de las aguas marinas fue la tragedia de Vargas, ocurrida en diciembre de 1999. En esa ocasión, reseña la Academia Nacional de Ciencias Físicas, Naturales y Matemáticas, las precipitaciones fueron tan elevadas que estuvieron por encima de los registrados de los últimos 32 años.

La pluviosidad extrema no solo dejó víctimas humanas en Vargas, también ocasionó una disminución en la salinidad del agua en las zonas internas de Morrocoy, que afectó la formación coralina.

En el país existen además comunidades coralinas dispersas como Chichiriviche de la costa y la Península de Paraguaná. A esos lugares se adhieren también las islas de Coche y Cubagua en Nueva Esparta; Mochima, en Anzoátegui, y la Península de Paria, en Sucre.

Foto: Cortesía


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