Cuando al hospital Vargas lo dotan de insumos estos duran apenas dos horas

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Los fármacos como antihipertensivos, antibióticos e insulina son destinados únicamente para emergencias. Sin embargo, trabajadores manifestaron que duran pocas horas y luego deben esperar 15 días para que ingrese otro cargamento de medicamentos. Pacientes reclamaron que los ascensores están dañados y que pagan entre 1000 y 1500 bolívares por utilizar los baños.

Caracas. La situación del hospital  Dr. José María Vargas, como la de la mayoría de los hospitales del país, es cada vez más crítica. Carlos González, presidente de la Sociedad de Médicos Internos y Residentes, contó que en ese centro asistencial cubren guardias hasta de 24 horas y cuando llegan insumos a las salas de emergencia del hospital, ubicado en la parroquia Altagracia, solo duran un máximo de dos horas. Una vez que estos se agotan deben esperar hasta dos semanas para que los vuelvan a reponer.

El médico especificó todas las dificultades con las que deben lidiar para  atender a los pacientes. En las salas de emergencia fallan frecuentemente los aires acondicionados y el suministro de agua es irregular. Por su parte, los pacientes de hospitalización describieron que los pasillos huelen a orine y que entre ellos mismos deben comprar material de limpieza porque esto podría infectarlos.

La falta de medicamentos no es nueva para el puesto asistencial. El personal de salud en múltiples ocasiones ha hecho protestas y asambleas. Por ello, este 29 de agosto, trabajadores con apoyo del sindicato de Hospitales y Clínicas de Caracas exigieron nuevamente al Ministerio de Salud salarios dignos, abastecimiento de insumos médicos y mejores condiciones de las instalaciones.

La poca cantidad de insumos que ingresan al Hospital Vargas se reservan para estrictas emergencias; mientras que los familiares de las personas hospitalizadas deben llevar todos los medicamentos e incluso la comida. Personal del centro asistencial aseguró que aparatos y materiales quirúrgicos se agotan de manera continua.

Por su parte, Carlos Prosperi, médico del Hospital Vargas, explicó que los medicamentos llegan de a gotas y solo sirven para cubrir emergencias, pues los hospitalizados corren con otro tipo de suerte debido a que no se les garantiza ni siquiera desayuno, almuerzo y cena. Detalló que los familiares deben comprar los alimentos en zonas aledañas o traerlos de sus casas.

“En estos momentos destinamos todos los fármacos como antihipertensivos, antibióticos e insulina a las salas de emergencia, pero cuando llegan a veces tratamos de estirarlos para que alcancen una semana. No obstante, en ocasiones suelen agotarse en horas. Tampoco podemos garantizarle comida a ninguna persona hospitalizada. Hace unos meses podíamos darles arroz y pasta sola, pero esto no cubría sus requerimientos nutricionales porque no se puede alimentar igual a un paciente con diabetes que a otro con hipertensión”, dijo Prosperi.

Pacientes afectados

María Araque es paciente del Hospital Vargas, tiene 83 años, padece síndrome vertiginoso auditivo y va a consulta desde hace 10 años. Reclamó que los pacientes hospitalizados y quienes van por consultas “como pueden se sostienen por las barandas de las escaleras porque los ascensores están dañados y para las personas discapacitadas es más difícil subir a pisos altos”.

Marìa Araque, paciente del Hospital Vargas. Foto: Tairy Gamboa

Los pacientes no solo manifestaron que los cuartos del hospital están en pésimas condiciones, también dijeron que alquilan los baños y el olor a orine llega hasta los pasillos.

Algo que no dicen es que debemos pagar entre 1000 y 1500 bolívares por utilizar los baños, algo insólito porque se supone deberían poder utilizarlos todos los pacientes sin cobro alguno, sostuvo Teresa Gómez, quien esperaba por una consulta.

Se constató que una ambulancia tiene dos años parada en la entrada principal del hospital. Los cauchos están desinflados, contiene polvo y está manchada.

En estos momentos no hay material para realizar rayos X y desde hace más de cinco años un tomógrafo está dañado. Los trabajadores exigen a las instituciones del Estado encargadas de garantizar la salud que dejen de violar sus derechos contemplados en la Constitución.

“El personal de salud en conjunto con la Dirección del hospital hemos tenido que colaborar para hacer trueques con organizaciones como Médicos Sin Fronteras o con otros centros. Por los momentos tenemos que recurrir a los intercambios de medicamentos para poder atender a los pacientes”, afirmó Prosperi.

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Cauchos desinflados de la ambulancia. Foto: Tairy Gamboa

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