Dos menores de edad fueron heridos durante el asesinato de su papá

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Un grupo de encapuchados entró a la vivienda de Ramón Hernández, en el kilómetro 15 de la carretera Petare-Santa Lucía y les dispararon. La familia presume que querían robarlos y se resistieron. En el hecho también recibió un balazo la esposa de la víctima y estaba presente un recién nacido.

Caracas. La familia de Ramón Celestino Hernández Figueroa, de 41 años, presenció su asesinato. Un grupo de hombres encapuchados y armados forzó la cerradura de su casa e ingresaron a las 8:30 p.m. del domingo 7 de abril.

En la vivienda, ubicada en el sector El Roble del kilómetro 15, en la carretera Petare-Santa Lucía, estaban cuatro de los cinco hijos de la víctima, el menor de ellos de apenas 10 días de nacido, y su esposa.

En medio de los disparos que efectuaron los hombres resultaron heridos dos hijos de Ramón. Uno de 17 años recibió un tiro en la pierna, a su hermano de 9 años le dieron un tiro en el brazo izquierdo y a la mamá en el brazo izquierdo; los parientes dijeron que están fuera de peligro.

Los vecinos llevaron a Ramón hasta el hospital Domingo Luciani de El Llanito pero falleció el lunes a las 3:00 a.m. Tenía un tiro en el cuello.

Familiares, quienes por miedo a venganzas no quisieron dar sus nombres, presumen que entraron a la casa para robarlos pero se resistieron. Sin embargo, las autoridades no descartan otras hipótesis, pues se mantiene la investigación.

La víctima trabajaba como conductor de gandolas para una empresa privada.

Murió mototaxista después de un robo

Jean Carlos Aponte Martínez, de 42 años, murió el domingo 7 de abril, una semana después de que le dispararan en el cuello y en el pecho para robarle su moto.

Su cuñada, Aridis Landaeta, dijo que el domingo 31 de marzo hizo una carrera, a bordo de su moto, hacia un barrio en la carretera Petare-Guarenas. De regreso se dio cuenta de que lo perseguían y aceleró el vehículo hasta salir a la autopista. Sin embargo, los presuntos delincuentes lo alcanzaron y le dispararon.

No lograron llevarse la moto porque en ese instante pasó una patrulla de la Policía del estado Miranda. Los hombres se dieron a la fuga.

Su cuñada explicó que estuvo en terapia intensiva del hospital Domingo Luciani de El Llanito, pero fue trasladado a un cuarto, donde le faltó el oxígeno y, mientras los familiares buscaban ayuda, murió.

Presumen que “lo picharon” porque tenía 80 dólares para comprar unos repuestos. Era miembro de la línea de mototaxistas de El Samán, en Guarenas, y dejó a dos hijos huérfanos.


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