Representantes estudiantiles de la UPEL claman por medidas urgentes que permitan la prosecución académica y la labor docente.

Caracas. La ONG Educadores en Red y representantes del movimiento estudiantil de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) solicitaron este lunes ante la Comisión Permanente de Desarrollo Social Integral de la Asamblea Nacional (AN) un derecho de palabra para buscar soluciones al colapso del sistema educativo y advertir el peligro de extinción de los profesionales de la Educación. La comunicación estuvo dirigida al diputado José Manuel Olivares, quien preside dicha comisión.

Venimos a buscar y construir soluciones en conjunto con la comisión parlamentaria, la sociedad civil y los estudiantes para atacar este problema. Los más afectados son los niños que encontrarán un desierto de profesionales que no van a poder darles clases y formarlos para el futuro, expresó el  director de Educadores en Red, Felipe Pacheco. 

Nuestra universidad, la UPEL, la universidad de los maestros, que gradúa al 72 % de los maestros en Venezuela está en estado de languidez, en estado crítico, puntualizó Pacheco.

De cada 10 profesores que dan clases en nuestra universidad, 4 han desertado para irse del país a buscar un mejor futuro. Y de cada 10 jóvenes asignados con cupo en nuestras universidades, solo 1 se inscribe. Vemos un estado grave porque nuestros jóvenes y nuestros profesionales no ven en la educación un incentivo que puedan desarrollar en Venezuela con total normalidad.

Luis Andrés García, representante estudiantil y miembro de la Federación de Centros Universitarios de la UPEL Miranda, dijo que ante los efectos de la crisis económica consideran necesario tomar medidas urgente que permitan la continuidad del trabajo docente y la prosecución académica:

El apoyo económico para evitar la deserción por crisis, una mejora estructural de los salarios de los docentes, ya que los mismos se van a otras latitudes para ejercer la profesión o sencillamente dedicarse a otra actividad económica que genere mayor beneficio para él y su familia. Y una elevación total del presupuesto para el comedor con el fin de dar un subsidio total, muchos estudiantes no asisten a clases debido a que no tienen comida en casa.

En el documento consignado reportan cifras emitidas por la Dirección de Admisión de la UPEL desde 2015 hasta 2017 sobre el abandono de las aulas. En 2015 de cada 100 cupos asignados se inscribió 43,1 %, en 2016 fue 31,3 % y en 2017, 16,8 %.

En cuanto a la deserción estudiantil en 2015 fue 28,7 % de cada 100 inscritos por semestre. En 2016 se elevó a 35,1 % y en 2017 alcanzó 40,7 %. Mientras que la población de profesores que dejó de dar clases el año pasado llegó a 19,3 % de cada 100. En 2016 se ubicó en 9,1 %. La de 2015 fue 8.3 %.  

Mi sección era de 54 muchachos y hoy terminando el semestre quedan 10 chamos. Ahí vemos que la deserción es alarmante. Quienes se están quedando en Venezuela son los profesionales más viejos, porque los más jóvenes emigran, aseveró Pacheco. Si las materias de humanidades tienen un colapso, la situación en las áreas críticas como Matemática, Física, Biología y Química es mayor, agregó.

La proyección de la crisis de matrícula y del número de egresados es tal que pone en riesgo que el país a mediano plazo no tenga el número de maestros que requiere para que funcione el sistema, se lee en el documento. Los más afectados son los niños que encontrarán un desierto de profesionales, que no van a poder darles clases y formarlos para el futuro, concluyó Pacheco.

Foto: Carmen Victoria Inojosa @victoriainojosa


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