Ejecutivo pretende salvar el sistema sanitario con el comodín del Estado Mayor de Salud

La figura del Estado Mayor de Salud surgió por primera vez en agosto de 2013 para contener la crisis sanitaria en 11 hospitales del país. Cinco años después del lanzamiento a escala nacional de aquella fórmula fallida, el Ministerio de Salud apuesta nuevamente por el órgano de las “micromisiones hospitalarias”, como fue promocionado en su momento. Vargas, Miranda, Distrito Capital, Monagas y Zulia están apadrinadas por la instancia de corte militarista.

Caracas. Con la crisis de salud en curso, el Gobierno nacional replica a toda costa la figura del Estado Mayor de Salud, una fórmula administrativa con la que se intenta atenuar los embates de la que hasta ahora es considerada la mayor grieta del sistema sanitario. Este viernes el Ministerio de Salud sumó al estado Zulia a las regiones apadrinadas por una instancia militarista.

La figura del Estado Mayor surgió por primera vez en agosto de 2013 para contener la crisis sanitaria en 11 hospitales del país. Cinco años después del lanzamiento a escala nacional de aquella fórmula fallida, el Ministerio de Salud apuesta nuevamente por el órgano de las “micromisiones hospitalarias”, como fue promocionado en su momento.

En días pasados, el Ejecutivo hizo nuevamente alarde de su plan al replicar el Estado Mayor de Salud en Vargas. Pero el litoral central no es la única entidad en estrenarse, Monagas también se adhirió, la primera semana de noviembre, a ese modelo de gerencia militarista, según confirmó el despacho nacional de salud.

A la fecha, suman cinco las regiones incluidas en el plan, entre las que se cuentan Caracas y Miranda, cuyos hospitales y direcciones regionales de salud fueron subordinados a una gerencia de corte militarista en abril de 2014 y en el mismo mes de 2015, respectivamente. Con sendas epidemias de malaria, difteria y otras enfermedades endémicas activas en todo el país, la crisis sanitaria parece desafiar cualquier maniobra del Gobierno.

A propósito de la instalación en Zulia, el ministro de Salud, Carlos Alvarado, índico que engranarán las instituciones sanitarias para enfrentar los escollos de la crisis. Será un conglomerado que incluye a la Dirección Regional de Salud, Barrio Adentro, Ipasme, salud militar, alcaldes, delegados estadales y el Comité de los Trabajadores de Salud y el gobernador de la entidad.

El objetivo, explicó Alvarado, es coordinar los planes, programas y políticas en materia de salud, con el fin de optimizar la atención oportuna. “El estado Zulia ha logrado alcanzar la meta del 95 % de inmunización contra el sarampión y la difteria, es un logro que nos contenta mucho, esto se logra gracias al trabajo articulado que se tiene en este momento”, dijo el titular de Salud.

Entre los retos que debe afrontar el Estado Mayor de Salud está el de desarrollar planes de morbilidad para reducir la mortalidad materna, mejorar la red de Barrio Adentro y promover la prevención de la salud, una responsabilidad que el entonces gobierno de Hugo Chávez delegó a los cubanos.

De acuerdo con la organización Médicos por la  Salud, 71 % de las emergencias no presta servicio de manera regular y 22 % dejó de funcionar. La crisis luce compleja para quienes aguardan por una intervención, pues más de la mitad de los quirófanos del país están inoperativos y tanto Vargas como Monagas no son la excepción. En torno a ello, Convite, una organización que monitorea el derecho a la salud en Venezuela, sostiene que los más afectados son los pacientes crónicos. Se estima que en Venezuela existen alrededor de 500.000 habitantes con enfermedades complejas, de los cuales 79.000 son portadores de VIH, 140.000 tienen cáncer y más de 300.000 padecen algún tipo de cardiopatía.

“Todos estos procedimientos les toca asumirlos al Estado Mayor de Salud en el Zulia, para que se cumplan a nivel estadal y poder construir el Sistema Único Nacional de Salud”, enfatizó el ministro.

Por su parte, el gobernador de esa entidad, Omar Prieto, justificó la crisis con un argumento que tiene más detractores que adeptos. A juicio, de Prieto “el imperio norteamericano” ha puesto zancadillas a Nicolás Maduro para evitar que se construya un Sistema Único Nacional de Salud: “Incluso, el imperio ha tenido la osadía de decir que Venezuela necesita de un puente humanitario, sólo lo dicen con una intención, que es la intervención militar de nuestra patria”.

Puede que la figura de Estado Mayor genere poco asombro en la comunidad médica. Pero ha sido una instancia sobrestimada por Nicolás Maduro, su carta más recurrente en materia sanitaria, política y económica. Ya en 2013, Francisco Armada, promotor de las micromisiones de salud y ministro de Sanidad, reivindicó su aplicación. Y dijo que serían las soluciones a los problemas coyunturales de los hospitales.

En ese momento, Armada habló de los convenios internacionales como una solución expedita a los reclamos de los pacientes. Incluso en diciembre de 2013, el mismo Maduro, quien apenas disfrutaba de la mieles de su elección como presidente, reconoció la necesidad apremiante de rescatar los hospitales públicos. En un intento por hacer mea culpa por los errores del chavismo, Maduro tildó a los hospitales de “vergüenza para la revolución”.


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