El contrabando de cigarrillos en Venezuela ocupa 21,35% del mercado nacional

Contrabando de Cigarrillos en Venezuela

El creciente contrabando de cigarrillos en Venezuela se ha expandido hasta ocupar más del 20 % del mercado nacional, incluyendo la zona centro-oriente del país con la introducción de cigarrillos ilícitos desde Colombia y Brasil. Se identifican 50 marcas de Colombia, Paraguay, Uruguay, Corea del Sur, Indonesia, China, Emiratos Árabes, Alemania, Brasil y países de la Unión Europea.

Caracas. Con el recrudecimiento de la situación económica en Venezuela entró al país una ola de productos de contrabando que llena las estanterías de los comercios formales e informales y que golpean la salud de los consumidores y la salud financiera de las empresas.

Alimentos, bebidas, ropa, zapatos, cigarrillos. El mercado de contrabando alcanza cualquier sector y el caso de los cigarrillos, además de tener contra las cuerdas a las pocas empresas que aún se mantienen de pie, merma los ingresos al fisco nacional y expone a los consumidores a riesgos adicionales al ya perjudicial hábito del consumo de tabaco.

Un monitoreo del mercado ilícito durante el primer semestre de 2019, realizado por cigarrera Bigott (Cigarrera British American Tobacco); revela que la comercialización de cigarrillos de contrabando en Venezuela alcanza 21,35 % del mercado nacional y que existen unas 50 marcas que entran de esta manera al país.

Legalmente se considera que un producto es de contrabando cuando este no se somete al proceso de nacionalización para evadir el pago de impuestos y regulaciones sanitarias que encarecerían la mercancía hasta, prácticamente, anular su competitividad.

Bigott calcula que el Estado venezolano ha dejado de percibir más de 688 billones de bolívares en impuestos durante los primeros cinco meses de 2019 (a razón de 1.700.000.000.000 cigarrillos contrabandeados). Este monto equivale a 17.610 millones de salarios mínimos, mientras que las tabacaleras reportan hasta 50 % de caída en sus ventas.

En Venezuela se exige uno de los impuestos al cigarrillo más altos de la región andina (más de 70 % del precio corresponde a los impuestos al tabaco), lo que abarata los productos que no pagan tributo.

Contrabando de Cigarrillos en Venezuela

El diagnostico de Bigott revela que el problema de contrabando de cigarrillos en el país, el cual era considerado como un fenómeno casi exclusivo de los estados fronterizos (Táchira, Zulia y Falcón) se ha extendido —con el ingreso de productos desde Brasil— hacia el centro-oriente de Venezuela.

Los resultados preliminares de este monitoreo señalan que las ciudades más afectadas por el contrabando de cigarrillos son Maracaibo (en la que el volumen de cigarrillos ilícitos ronda 92 % del mercado) y Cabimas (con 74 % del mercado ocupado por el producto ilícito), seguido por Lara, Valencia, Maracay, Vargas y el estado Bolívar.

La calle habla por sí misma

Una cajetilla de cigarrillos de contrabando puede identificarse cuando esta no contenga las advertencias sanitarias en más de 50 % de su empaque, ni su fecha de caducidad, ni el precio, ni los códigos de rastreo que norma la Organización Mundial de la Salud y el Protocolo Contra el Comercio Ilícito de Tabaco. Estas son medidas que permiten la identificación de su origen y su calidad.

El precio de los cigarrillos detallados o por cajas es un indicio clave para detectar y explicar el crecimiento de la venta de productos ilícitos: en Caracas, un cigarrillo detallado de estas marca se ofrece entre 400 y 600 bolívares y una caja de 20 unidades ronda los Bs. 8000.

En un recorrido solo por algunas calles del centro de Caracas, Crónica.Uno pudo contar más de 11 marcas diferentes a las que se comercian legalmente en el mercado, entre ellas M1, Ibiza, Miller, , Mundial, Golden Deer, Royal, Malibú, Rumba, Carnival, Marine, Pacific, Carnival, Pine Red.

De acuerdo con estudios de las empresas privadas, la mayoría de las marcas que entran de manera ilícita provienen de Colombia, Paraguay, Uruguay, Corea del Sur, Indonesia, China, Emiratos Árabes, Alemania, Brasil y países de la Unión Europea.

Aunque es difícil rastrear los puntos de distribución de esta mercancía que se encuentra regada por toda la ciudad, el testimonio de los comerciantes señala que “la mata de los cigarros” —un punto de venta al mayor— se ubica en el terminal de pasajeros Nuevo Circo de Caracas, en donde efectivamente se despachan, a cambio de efectivo, los brazos de cigarros.

Mientras tanto, marcas como Pall Mall, Belmont, Lucky Strike, Marlboro, Chesterfield se ofrece en más de 1000 bolívares al detal y las cajetillas de 20 unidades marcan su precio por encima de Bs. 12.000 —30 % del ingreso mínimo venezolano.

Daniela Álvarez, directora de asuntos legales y exteriores de Cigarrera Bigott, señala que la situación de Venezuela es “perfecta” para el crecimiento del contrabando, pues la crisis económica lleva a los consumidores a optar por el ahorro independientemente de la calidad.

Detrás de los manteles o mesas en las aceras se esconde una industria donde el consumidor es el eslabón más débil y los comerciantes informales reconocen la naturaleza ilegal de la venta de estos productos: “El que fuma, fuma y el vicio es demasiado fuerte”, sostienen.

Un problema de salud pública

Junto con el contrabando de cigarrillos se agravan los problemas de salud que genera el tabaco. El cigarrillo de contrabando resulta un producto más asequible para los menores de edad, para los nuevos consumidores y los consumidores habituales de escaso poder adquisitivo y los expone a riesgos adicionales.

Según el Protocolo para la Eliminación del Comercio de Tabaco Ilícito, la producción clandestina de cigarrillos suele contener tela y metales que no están contemplados en la composición de los cigarrillos auditados por las autoridades. No obstante, todos los cigarrillos son perjudiciales y aditivos.

El consumo de productos ilícitos expone al consumidor a riesgos adicionales, pues, cuando se expulsa el humo del tabaco se generan más de 4000 sustancias tóxicas y de estas unas 60 son cancerígenas, según informa la SVA. “El tabaco es el único producto de consumo que daña a todas las personas expuestas a él y mata a la mitad de sus consumidores regulares”.

Según publica la SVA, una persona es adicta al tabaco cuando es dependiente de este por tres factores:

  1. Biológicamente: La nicotina, que es una droga tan o más adictiva que la cocaína y la heroína, que ingresa al cerebro de la persona mitificándolo estructural y funcionalmente.
  2. Psicológicamente: En la relación repetida de automatismo, es decir, que acompaña gran parte de sus verdaderas necesidades como comer, compartir con amigos, ir al baño, tomar un café, dormir, creando en sí un reflejo condicionado que lo acompaña a cada momento.
  3. Socialmente: Valor simbólico que cada fumador le da al hecho de fumar con placer, calmar los nervios, acompañamiento ante la soledad, no engordar, entre muchas otras.
¿Se puede dejar de fumar?

Sí. La SVA señala que existen medicamentos que ayudan a controlar los factores biológicos de la dependencia al cigarrillo, los cuales se utilizan bajo control y monitoreo médico.

En Caracas se puede acudir a consulta de Neumonología en el Ambulatorio Docente del Hospital Universitario o a la fundación José Félix Ribas.


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