La última vez que le hicieron maquillaje fue en el 2013. Quienes la frecuentan aseguran que ya se robaron el motor que bombeaba el agua para la fuente
Caracas. En la plaza Andrés Bello hay que hacer otra estatua pero con el nombre “descuido”, pues eso es lo que abunda en este espacio que fue remodelado en 2013 y de cuyos trabajos hoy en día lo que queda es la sombra.
En el mes de noviembre del 2012 el alcalde del municipio Libertador, Jorge Rodríguez, y el antiguo ministro para la Alimentación, Carlos Osorio, se encargaron de encabezar la reinauguración de la plaza Andrés Bello, ubicada en la parroquia El Recreo.
Posteriormente en octubre del año 2013, a través de la Fundación para la Protección y Defensa del Patrimonio Cultural (Fundapatrimonio), le hicieron una jornada de mantenimiento integral. Pero a tres años de aquellos arreglos la realidad, no hay ni la sombra de la plata gastada.
“Esto aquí va de mal en peor. Un día llegamos a trabajar y nos enteramos que se robaron el motor de la fuente. Antes de eso la prendían pero de a ratos. Ahora esa fuente lleva meses seca, está toda sucia”, aseveró un mototaxista de la línea Los Bienaventurados que hace vida en la zona.
Otro de los problemas de los cuales se quejan quienes frecuentan sus espacios es la basura. “Aquí limpian, pero la gente no colabora con el aseo. La gente no mantiene los espacios y por más que limpian quienes perjudican son los indigentes en la noche”, dijo Carlos Peña, vecino.
Dos fuentes de agua, un parque infantil e iluminación fueron las últimas estructuras recuperadas. “Cuando la reinauguraron las plantas estaban verdes. Ahora solo se ve una cuadrilla de obreros de la alcaldía que barre en la mañana y ya. A las matas no le hacen un cariñito”, dijo una señora que alquila minutos para llamadas a celulares en la esquina.
Una sede de la Asociación Pro-Defensa de los Animales (Aproa), dos canchas de usos múltiples, parques biosaludables, el Ministerio de Alimentación y el popular sector caraqueño Pinto Salinas, son los sitios con los que la plaza bordea en sus cuatro puntos cardinales.
En ocasiones el Ministerio de Alimentación, según los vecinos, organizaba jornadas de ventas de alimentos a través de Mercal o Pdval. Aunque José Mora indicó que no realizan una desde el mes de octubre del año 2015.
En 2012 la municipalidad instaló papeleras de metal, pero actualmente no hay ni una sola. “De noche esto es feo. Las papeleras que colocaron eran de aluminio y los indigentes no lo pensaron dos veces para robárselas y venderlas”, dijo Mora.
También agregó que los niños son los que más disfrutan del lugar en horas de la tarde, aunque indicó que solo las personas que vive cerca es la que va a la plaza. “Se ve gente como hasta las 6:00 pm. Después ni hablar, aquí se ve de todo”, finalizó.
Fotos Angeliana Escalona.
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