El legado económico de Chávez

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Desde 2013 el país enfrenta una severa recesión económica, que es consecuencia de las políticas adoptadas años antes por el fallecido Hugo Chávez

Mayela Armas/@mayearmas

Caracas. En los últimos tres años los desequilibrios económicos han golpeado con fuerza el bolsillo de los venezolanos, quienes tienen que pagar altos precios por los productos y cazar artículos esenciales. Esas distorsiones han sido consecuencia del modelo adoptado por el expresidente Hugo Chávez de controles y mayor peso estatal en la economía, el cual se ha mantenido.

Frente a la crisis, la administración de Nicolás Maduro no ha tomado decisiones claras. Aunque recientemente devaluó y subió el precio de la gasolina, la contracción en los sectores clave sigue y la inflación se calcula que estará entre 300 y 700%, según cálculos de firmas económicas.

A continuación se presenta un conjunto de indicadores que reflejan el deterioro que ha tenido la economía en el transcurso de 17 años:

La inflación más alta

Nicolás Maduro atribuye el salto en los precios a la denominada “guerra económica”, pero las familias desde hace 11 años sufren la inflación más alta de América Latina que en 2015 cerró en 180,9%. Los controles, el aumento del peso del Estado en la economía, el cerco al sector privado y la fabricación de bolívares para financiar el déficit del sector público se reflejan en la inflación. En 2007, tras la reconversión monetaria que le quitó tres ceros a la moneda, el Gobierno aseguró que en tres años se tendría una inflación de un dígito, y sucedió lo contrario, se aceleró. En 2012 (año de las elecciones) el ex presidente Hugo Chávez, ordenó rebajar los precios de diversos rubros, sin embargo, los precios siguieron subiendo por la baja oferta. Ese avance ha deteriorado el poder de compra del salario.

Elevada escasez 

La escasez le ha cambiado la vida a los venezolanos, pues realizar largas colas para comprar leche, pollo, carne, papel higiénico o jabón se ha vuelto parte de su rutina. Esa ausencia de bienes prioritarios es consecuencia de los controles que han impactado en la producción. La información disponible del Banco Central revela que desde 2006 la escasez supera el 10% y en varios meses de 2007 y 2008 fue más de 20%. De hecho, el fallecido Hugo Chávez en 2008 admitió que la ausencia de leche fue una de las causas de que perdiera el referéndum constitucional. Aunque el BCV ya no divulga las cifras de escasez, la ausencia de productos básicos se ha agudizado y hasta marzo de 2014 (último dato disponible) en 29 de cada 100 establecimientos faltaban artículos. Diversas firmas han estimado el desabastecimiento en 60%.

Crecimiento débil

Las autoridades en sus discursos destacan que en 17 años han llegado a tener 20 trimestres seguidos de repunte económico, no obstante, ese crecimiento ha sido frágil. Luego de la paralización de 2002 y 2003, la economía se recuperó y gran parte de ese resultado estuvo sujeto al salto en los precios del crudo y al impulso de las importaciones. Cuando los precios del petróleo bajaron en 2009, la actividad económica se desaceleró. En 2011 el ex presidente Chávez dijo que “la economía no puede seguir dependiendo en tal alto grado de la renta petrolera”, pero en paralelo se indicaba que el ingreso petrolero tenía que ser la vía para aumentar la producción e impulsar el modelo socialista. En pleno boom petrolero, el gasto público se disparó y permitió que en 2011 y 2012 la economía se volviera a recuperar, pero en 2013 la economía perdió impulso. En 2014 la actividad cayó 3,9% y en 2015 la contracción fue 5,7%.  Áreas fundamentales como manufactura y construcción llevan más de dos años sin ver luz.

Aceleración del gasto

La expansión del gasto público ha sido parte de la estrategia del Gobierno a lo largo de 17 años. El incremento de los ingresos petroleros permitió a la administración de Chávez incrementar los egresos y el ex ministro de Planificación, Jorge Giordani, en la carta publicada luego de su renuncia al gabinete ejecutivo en junio de 2014, admitió que el gasto se acomodó a los recursos petroleros. Los mayores desembolsos se llegaron a registrar en los períodos electorales y Giordani, quien además fue el ideólogo del modelo económico, reconoció que para ganar las elecciones de 2012 el gasto se disparó y los egresos fueron equivalentes a 47% del PIB. “La superación se consiguió con un gran sacrificio y con un esfuerzo económico y financiero que llevó el acceso y uso de los recursos a niveles extremos que requerirán de una revisión para garantizar la sostenibilidad de la trasformación económica y social”, aseveró el ex funcionario. Pero gran parte de esos recursos erogados se han orientado más a cubrir salarios, pensiones e insuficiencias de los entes oficiales y las empresas estatales, que a la inversión.

Cuentas deficitarias

Si bien el Gobierno ha recibido altos ingresos petroleros y los aportes tributarios se han incrementado, esos recursos se han quedado cortos para atender el elevado gasto público. Por tal motivo, existe una amplia brecha de ingresos y egresos que se ha financiado con endeudamiento y la emisión de dinero por parte del Banco Central de Venezuela. Desde 2006 (etapa de elecciones) las cuentas del sector público son deficitarias. En 2014, último dato oficial disponible, el déficit fue de 12,9% del PIB y diversas firmas económicas calculan que esa diferencia está en casi 20% del PIB. Analistas señalan que las últimas acciones no garantizan ingresos suficientes para cerrar la brecha.

Endeudamiento progresivo

La necesidad de gastar más ha llevado al Ejecutivo a endeudarse. En el 2000 la deuda del Gobierno central estaba en 28 millardos de dólares, en 2015 cerró en 171,9 millardos de dólares, de manera que en 15 años subió más de 500%. Este monto se eleva cuando se suma el endeudamiento de Pdvsa por más de 43 millardos de dólares y los financiamientos que la República ha pactado con China. Ese incremento del endeudamiento impacta en los pagos a futuro, pues cada año el Ejecutivo tiene que comprometer una alta porción del presupuesto nacional en las cancelaciones de la deuda pública y emplear más reservas. Desde el pasado año hay dudas sobre la capacidad de la administración de Maduro para atender estas obligaciones.

Distorsiones cambiarias

En julio de 2014 el ahora Vicepresidente, Aristóbulo Istúriz, aseguró que “el control de cambio no es una medida económica, es una medida política (…) Mientras gobernemos tendremos que tener control de cambio”. El actual régimen cambiario tiene 13 años y más han sido las distorsiones que los beneficios. El control no ha evitado la fuga de capitales y el mantener un dólar barato ha disparado la demanda de divisas y ha sido incentivo para la corrupción, porque un porcentaje de las compras externas han sido ficticias. Las autoridades llegaron a reconocer que en 2012 (año récord de importaciones) se dieron 20 millardos de dólares a empresas de maletín. El Gobierno ha realizado ensayos en materia cambiaria y ha creado un régimen con tres tasas que profundiza las distorsiones. Adicionalmente, las divisas para adquirir prima y equipos para producir han sido limitadas, lo que ha afectado el desempeño de la actividad privada

Sin ahorros

En 1999 la administración de Hugo Chávez Frías arrancó con una estrategia de ahorro de los ingresos, el objetivo era aprovechar los tiempos de bonanza petrolera para acumular fondos y tener así recursos para las épocas de crisis. El ex ministro de Planificación, Jorge Giordani, llegó a señalar que el Gobierno asumía “el criterio de ahorro de las ardillas, que guardan nueces para momentos que no consiguen alimentos”. Con la intención de acumular fondos, en ese período se reformó una ley y se fijó un parámetro de ahorro de ingresos petroleros que tomaba como referencia el promedio del crudo de un lapso de cinco años. Sin embargo, esa estrategia apenas duró dos años, porque la política luego se orientó a la creación de mecanismos para gastar y cuya ejecución es poco transparente. El Gobierno tiene un conjunto de fondos paralelos que entre 2005 y 2015 llegaron a manejar casi 200 millardos de dólares. Actualmente, con menos ingresos petroleros, la administración de Maduro carece de esquemas de ahorro.

Foto: Cristian Hernández


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