Al hospital Menca de Leoni lo cerraron por el colapso de las aguas negras. Tenía una capacidad para hospitalizar 155 niños. Médicos, enfermeras y usuarios exigen respuestas y una solución.
Ciudad Guayana. El 25 de abril de 2018, en la entrada del servicio pediátrico Menca de Leoni, Justo Noguera Pietri (elegido gobernador en unas elecciones cuestionadas e impugnadas) prometió la pronta reapertura de ese centro médico.
Entonces, el pediátrico (anexo al hospital Doctor Raúl Leoni, en Guaiparo, San Félix) tenía 17 días cerrado por el colapso de las tuberías de aguas negras. Aunque no habló de fecha, prometió que poco tiempo la Gobernación reabriría el hospital.
“No solo vamos a hacer una reunión: aquí se queda mi gente trabajando. Son acciones inmediatas con respuestas concretas y reales”, dijo en aquel momento, en la víspera del comienzo de la campaña para la cuestionada elección presidencial del 20 de mayo.
Las acciones inmediatas con respuestas reales de las que habló Noguera se quedaron en palabras. Al punto de que este lunes, el pediátrico cumplió un año cerrado.
Un grupo de médicos y enfermeras recordó la fecha dramatizando un viacrucis en el estacionamiento del hospital. El recorrido terminó en la entrada, en donde solo hay vidrios rotos y polvo.
“Lo poco que hicieron lo desmantelaron”, explicó el cardiólogo infantil Ernesto Urbano, quien estuvo en la protesta de este lunes. Recordó que el pediátrico tenía capacidad para hospitalizar a 155 niños.
“Teníamos esas 155 camas que este hospital podía manejar. Ahorita estamos ubicados en tercer piso del hospital de adultos en un área improvisada. Allí solo podemos atender a 20 niños. Estamos copados. En Ciudad Guayana tenemos una población de casi un millón de habitantes y no nos damos abasto para atender solo con esto”, detalló el médico.
Consecuencias
La falta de un hospital pediátrico en Ciudad Guayana se traduce en muertes cuando se suma a ese problema la escasez de alimentos, la hiperinflación y la ausencia de centros de atención nutricional en la zona.
Médicos de ese mismo hospital denunciaron la semana pasada que, en promedio, 25 niños están muriendo al mes por desnutrición. Sin contar los que fallecen afuera.
“Necesitamos que pongan a funcionar el pediátrico. Las familias y los niños son puestos a recorrer por toda la ciudad para ser atendidos. Recordemos que este era el único hospital que daba la talla aquí”, dijo Irma Salazar, enfermera.
Entre los manifestantes también estuvo Aileen Ascanio, mamá de José Solórzano, quien murió de leucemia en el hospital: “Mi hijo luchó aquí. Hoy hay muchos que lo necesitan. Por eso pido que abran de nuevo: porque todos los niños enfermos merecen ser atendidos dignamente”.
Urbano especificó que no hay condiciones mínimas para trabajar aunque sea en condiciones medias. “En aquel momento se hizo un estudio de aguas subterráneas, servidas y blancas. Hay 64 huecos en el hospital que no han sido culminados. Igualmente, la impermeabilización. No sabemos por qué no se culminó”.
Justo Noguera tampoco ha dicho por qué no se terminó el trabajo. Ni algo más al respecto. Solo se recuerdan sus palabras en la rueda de prensa de hace un año: “Vamos a trabajar en conjunto. Como lo sabemos hacer: como nos enseñó Chávez”.
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