En esta comunidad ubicada en Gramoven, Catia, 178 familias viven todo tipo de calamidades: les falta el agua, no tienen comida y sufren a montón por las deficiencias del transporte público.

Mabel Sarmiento Garmendia/@mabelsarmiento

Caracas. La Curva Las Mercedes, sector ubicado casi a la mitad de la vía principal de Gramoven, tiene todos los males habidos y por haber que atacan a una comunidad empobrecida. Allí los de a pie viven su día a día sorteando la escasez de comida, el racionamiento de agua, la falta de transporte público y la inseguridad.

Según Wendy Hernández, vocera del consejo comunal Curva Las Mercedes, en la zona viven cerca de 178 familias y no hay ninguna que escape a las calamidades.

“Aquí todos pasan trabajo en las colas y eso ha debilitado que los vecinos se reúnan para resolver los problemas del barrio. Nosotros nos organizamos, pero con el tiempo se ha perdido fuerza. Ahora es que estamos pensando en sentarnos para tratar el problema del agua. Sé que debemos hacerlo, pero la verdad es que la comida primero, es así”, dijo Hernández.

Lo que se hace es muy puntual, como por ejemplo llamar a Corpoelec si se quedan sin luz, pedir que les envíen el gas o un camión cisterna.

Pero eso es si los del consejo comunal se montan encima del problema. “Por lo demás aquí cada quien resuelve lo suyo. Uno carga el agua, compra el botellón, busca el gas allá abajo en Catia. Además el que trabaja no tiene tiempo de estar tocando puertas”, dijo Josefina Ángulo, entrevistada en la cola de una parada del transporte público, otro de los males que agobia a la población.

“Ese es otro rollo, en el día están pasando las camionetas, pero en las noches es un karma. La gente del consejo comunal va y averigua, pero le dicen que es por la falta de repuesto. Digo que tienen que ir a la alcaldía y pedir que manden uno de esos autobuses rojos”.

Historial de problemas

En Gramoven hay 22 sectores repartidos en 1.800 km. El censo que manejan los comuneros indica que hay aproximadamente 10 mil viviendas, eso es cerca de 50 mil personas.

Se supo que allí funcionan 34 consejos comunales y que están constituidos 29 comités de tierras urbanas, a los que les tocaba el proceso de transformación integral del barrio.

Pero hoy en día, la Curva de Las Mercedes no es el único sitio desasistido. También en Tamanaquito, donde entre 2006 y 2010 ocurrieron deslizamientos de tierra importantes, se observa el abandono, calles hundidas, casas y escaleras agrietadas.

“Nos dicen que ésta es una zona de deslizamiento, pero aquí mientras viva gente hay que hacer obras de mitigación de riesgo. Pedimos pantallas atirantadas, canalización de torrenteras y rehabilitación de casas. Pero ahora nadie viene a la zona, las autoridades se desaparecieron y ya no hay quien trabaje por el barrio. Hay desánimo”, señaló Rosa Salas.

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