En El Blandín los servicios públicos son una calamidad

El agua que nunca les faltaba ahora se la racionan. Pero lo que más roncha les saca a los vecinos, es el pésimo servicio del transporte público y el mal estado de las vías

Mabel Sarmiento Garmendia/@mabelsarmiento

Caracas. En el barrio El Blandín, ubicado en la carretera vieja Caracas-La Guaira las calamidades, por las deficiencias de los servicios públicos, están a flor de piel.

Hace 16 años un deslave arrasó con más de la mitad de las casas, se llevó drenajes, postes del alumbrado, calles enteras y escaleras. Eso sin contar los muertos y damnificados que dejaron las lluvias en ese diciembre.

Pero pasaron los años y aunque esa zona fue declarada de alto riesgo inminente y a través de un decreto se ordenó su desalojo completo, hoy en día los que aún viven en este barrio padecen las deficiencias de los servicios públicos.

“Luego que dijeron que esto tenía que ser desalojado se olvidaron de nosotros. Aquí no llega nada, el agua ahora no las racionan y hay veces que pasamos ocho días secos. Por aquí metieron una tubería de aducción para abastecer a la población de Ciudad Caribia y conectaron esta zona en la misma red. Desde entonces nos cortan el agua permanentemente, pues al parecer ese sistema no se ha completado”, informó José Cruz.

Y por si fuera poco estar secos, María Jiménez contó que el transporte público es lo que más echa varilla. “Nos salen raíces esperando una camioneta para ir a la avenida Sucre. A veces llego a la parada a las 8:00 am y me dan las 10:00 am esperando camionetica. Nos dicen que es que hay menos unidades por el tema de los repuestos. Los choferes además se quejan del mal estado de las vías”.

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A los pasajeros les salen raices esperando las camioneticas

A esto se suma que hay varios tramos sin alumbrado público. “También por eso los camioneteros se recogen temprano. Si los roban por aquí no hay policías. Es  un peligro”, señaló Jiménez.

Los vecinos de El Blandín se quejaron de que la Misión Barrio Nuevo Barrio Tricolor no les ha pasado la brocha. “Si acaso llegó hasta Plan de Manzano, pero lo que es ese sector no hemos tenido nada. Ni siquiera un Mercal y todo este olvido es a raíz del decreto que hizo Chávez”, sentenciaron.

Carretera en peligro

La actual carretera Caracas-La Guaira, cuya construcción data de los años 20 bajo la presidencia de Juan Vicente Gómez, en varias oportunidades ha sido objeto de rehabilitación.

El más profundo se hizo luego de la caída del primer viaducto Caracas-La Guaria en 2006. La carretera quedó como única vía de acceso entre Vargas y la capital y, por tanto, el Gobierno entre 2006 y 2007 realizó obras de mitigación de la vialidad, arreglaron las fallas de borde, los hundimientos y le realizaron asfaltado.

De hecho lucía como pista de aeropuerto luego de esa rehabilitación, que también implicó la reposición de los postes de alumbrado público, semáforos y  señalización.

Las obras de reconstrucción se hicieron específicamente en El Blandín, en La Llanera y Plan de Manzano. Incluso se realizó un tramo alterno en ese punto que nunca se habilitó. Luego entre 2012 y 2014 se ejecutaron algunos bacheos, pero las filtraciones perennes y los movimientos de tierra constantes mantienen el asfalto quebrado.

Cabe recordar que por esta zona, pegada a las faldas de El Ávila, pasa la falla de Tacagua y hay cursos de agua que bajan de la montaña que, luego del deslave de 1999 no fueron canalizados ni embaulados.

En El Blandín además construyen la salida de la conexión de la avenida Boyacá (Cota Mil) con la autopista. Los túneles están justo al lado del puente, donde precisamente hay grietas sobre el asfaltado y casas desniveladas.

Los habitantes de esta zona piden, a 16 años de ocurrido el deslave, que las autoridades no solo vayan a buscar votos, sino que también se interesen por los problemas de la comunidad.

“Solo hemos visto que han metido tres autobuses de los rojos, pero nada de eso es suficiente. El ambulatorio por lo menos aquí nos funciona y no tenemos tanta delincuencia. Pero vaya que necesitamos que nos ayuden con las casas, con el agua y con la vialidad”, señaló María Jiménez, quien vive desde hace 37 años en El Blandín.

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